Esta publicación narra la historia de un niño distinto: no conocemos su edad, apenas sabemos de dónde viene y nadie puede decir si volverá algún día. Pero también se adentra en la historia de Antoine de Saint-Exupéry, o más bien, de los distintos Saint-Exupéry: el niño, el narrador, el aviador, el escritor, el inventor, el filósofo, el hombre que amaba a las mujeres. Ese personaje que a los diez años ya tenía todo un futuro planeado: escribía, dibujaba y soñaba con viajar en un avión.

El Principito. Enciclopedia ilustrada penetra en el universo de El Principito, porque desde su primera publicación no ha parado de renacer y reinventarse: en el cine y en el teatro, en los escenarios de ópera y en los libros (hay quienes incluso han imaginado la continuación del cuento de Saint-Exupéry), en los manuales de enseñanza y en los cómics, en las canciones y en la moda, en los musicales y en la publicidad, en los dibujos animados o hasta en un billete de banco. El relato filosófico de Saint-Exupéry ha llegado a lectores de todas las edades, marcando a generaciones enteras.

Christophe Quillien hace un recorrido por el destino de la obra maestra de Saint-Exupéry desde su primera publicación en 1943, en Estados Unidos, hasta su reciente adaptación como película animada. Hecha con la colaboración de grandes expertos, esta enciclopedia ilustrada reúne todas las facetas de El Principito: los detalles de su escritura y su publicación, dibujos del autor, fotos del manuscrito original y los secretos del capítulo inédito (que se incluye en el manuscrito original, conservado en la Morgan Library & Museum), la guía de todos los personajes principales, los escenarios y los objetos… Este álbum también relata por primera vez los muchos homenajes realizados en torno a esta admirable novela: las películas y los dibujos animados, los espectáculos musicales y los cómics, los productos derivados…

Orígenes biográficos

«Hubiera deseado comenzar esta historia a la manera de los cuentos de hadas. Hubiera deseado decir: “Había una vez un principito que habitaba un planeta apenas más grande que él y que tenía necesidad de un amigo…”». Antoine de Saint-Exupéry comienza así un cuento que tiene su origen en su propia biografía: se nutre de sus experiencias, de las personas a las que conoció y de sus recuerdos de infancia.

Algunos de los personajes tienen su origen en los recuerdos del escritor: el zorro evoca al fénec que domesticó cuando estaba destinado en Cabo Juby; la boa fue inspirada en su estancia en Argentina; los baobabs son un recuerdo de sus escalas en Senegal; el pequeño Antoine conoció al farolero durante unas vacaciones en Saint-Maurice-de-Rémens; el hombre de negocios evoca a Marcel Bouilloux-Lafont, el empresario que adquirió en Latécoère la línea postal Toulouse- Saint-Louis de Senegal para dar lugar a la compañía general Aéropostale…

Pero el personaje principal de esta extraordinaria historia tampoco era una invención. Según Nelly de Vogüé, el principito podría estar inspirado en Pierre Sudreau, un niño de doce años que llevaba bufanda y que Saint-Exupéry apodó como ‘le petit Pierre’ (el pequeño Pierre). Sudreau, que estuvo bajo la protección del escritor, se convertiría en político al acabar la Segunda Guerra Mundial. Pero El Principito también es fruto de las historias que le contaba su madre y de sus lecturas de infancia. Novelas como El farolero, de Maria Cummins, o El país de las 36.000 voluntades, uno de cuyos ejemplares le regaló su autor, André Maurois, constituyen otras influencias posibles.