La reforma realizada va de la mano de un nuevo planteamiento museológico, de un cambio de discurso, en el que las obras dejan de presentarse como elementos estancos de un artista, una época o un estilo pictórico y se convierten en el mensaje del lenguaje del arte. El Museo pretende así ofrecer una visión de conjunto y analizar cómo un mismo concepto es representado de distinta manera y usando distintos soportes en momentos diferentes. Así, las obras no se disponen en orden cronológico sino conceptual. De esta forma se han elegido y agrupado en función de algunos de los aspectos que más interesan al ser humano, como la permanencia y la espiritualidad, lo social y lo femenino.
Con este mismo objetivo se ha dispuesto una sala con una línea del tiempo en la que se representan los principales hitos sociales y culturales desde finales del siglo XIX hasta la actualidad, con especial atención a los de las mujeres. Un espacio de reflexión y análisis que ayuda a comprender las obras expuestas, colocándolas en su contexto histórico.
Revisión a fondo
Este nuevo discurso ha supuesto una revisión de sus fondos y de su exposición, buscando mostrar al público, principalmente, el potencial de los artistas navarros del siglo XX y XXI. Su relevancia es palpable en las plantas tercera y cuarta, donde la fotografía, el grabado, el cartel, la música, el cine documental, la escultura y la pintura conviven y comparten espacios. En total se han instalado 71 nuevas obras de artistas como, entre otros, Lydia Anoz, Nicolás Ardanaz, Elena Asins, Isabel Baquedano, Equipo Crónica, Pedro María Irurzun, Koldo Chamorro o Gerardo Zaragüeta.
Algunas de las obras contemporáneas seleccionadas se han dispersado en otras plantas del Museo, conviviendo con obras románicas, góticas, renacentistas o barrocas. Además se han introducido en la exposición permanente nuevas formas de expresión artística, inexistentes hasta el momento, y añadido tres proyecciones audiovisuales que contextualizan lo que exponen las salas, Central Térmica de Pamplona de Enrique Soler, Pamplona hace cien años de Antonio Ruiz y los reportajes sobre Los Encuentros del 72 de Ramón Gómez Redondo en el programa “Galería. Revista Semanal de Artes y Letras” (cortesía de RTVE). También se incorpora de manera permanente la composición musical que Ignacio Fernández dedicó a la pintura Sentimiento Trágico de Enrique Martín-Caro en el año 2013.
La vitrina que acogía orfebrería de Edad Moderna ofrece ahora piezas del Museo Etnológico de Navarra que acercan el patrimonio inmaterial relacionado con la salud, el cuerpo y la muerte.
Forma de visitar
En esta apuesta por ofrecer un discurso renovado, el Museo ofrece breves textos en sala y ha diseñado tres itinerarios de visitas, con los que pretende ofrecer pequeñas píldoras de arte. Bajo el título de Complicidades, este programa permite al visitante admirar una selección de siete obras que se inscriben dentro de un mismo hilo argumental, elegidas por tres escritores.
Así, por ejemplo, Patxi Irurzun es el artífice del itinerario El hilo de la vida. Biziaren haria, en el que invita a reflexionar sobre lo social; Camino Oslé realizó su selección bajo el prisma de la permanencia y la espiritualidad, bautizando su itinerario como El cuerpo, y después la muerte. Gorputza, eta gero heriotza; y Maite Pérez Larumbe se decantó por las mujeres en su itinerario Estamos todas bien. Emakume guzti ak ongi gaude.
Para finales de año se prevé contar con una sala dedicada íntegramente a la moneda en Navarra y el próximo año está previsto actualizar los contenidos de las salas de Romanización de la primera planta.
En este proyecto se ha contado con la colaboración del Museo Reina Sofía, el Bellas Artes de Bilbao, la Fundación Museo Jorge Oteiza, el Museo Etnológico de Navarra “Julio Caro Baroja”, el Parlamento de Navarra, la Fundación Caja Navarra, los Franciscanos de Arantzazu, Radio Televisión Española, la Filmoteca de Navarra y algunos particulares que han depositado obras de artistas navarros cuya presencia era importante para el discurso museológico de Todo el arte es contemporáneo.
La visita al Museo de Navarra es gratuita durante el mes de marzo.
Exposiciones temporales
Una de las principales novedades de esta renovación es que se ha dotado al Museo de un espacio dedicado en exclusiva a exposiciones temporales de fotografía de larga duración. La navarra Lydia Anoz lo inaugura, gracias a los fondos que su familia ha donado y que forman parte también de la fototeca del centro.
Ubicada en la sala 4.2, la exposición, que lleva por título Los años dorados. Urrezko urteak 1947-1956, incluye casi una treintena de instantáneas de la primera etapa artística de Anoz, cuando se introdujo en el arte de la fotografía. La exposición, que podrá visitarse hasta el 13 de octubre, ha sido comisariada por Celia Martín Larumbe e incluye, además de fotografías, otros documentos de la artista, que presentó su obra en numerosos salones internacionales convirtiéndose en un referente de la época.
Ya en octubre se inauguró la primera exposición temporal de larga duración en la Capilla del Museo. Destinada a mostrar la obra de artistas actuales, fue la alsasuarra Dora Salazar la encargada de abrir este nuevo espacio recuperado para el arte contemporáneo navarro, con su exposición Inspiración, Espiración, Expiación. Arnasa Hartu, Arnasa Bota, Erruak Garbitu, que permanecerá abierta hasta el 24 de marzo. Después llegará el turno de Carlos Irijalba.