¿Qué se puede ver en Dibujos de Luis Paret (1746-1799)?
Dado que es la primera exposición dedicada al artista en algo más de 25 años, presentamos un discurso cronológico que alcanza toda su trayectoria, formado por 118 obras, de las cuales 84 son dibujos, 5 pinturas, y numerosos libros, estampas y algunos documentos que nos permiten acercarnos a las múltiples facetas en las que Paret manifestó su ingenio.
Como ha sucedido con otros artistas de su generación, Paret ha estado condicionado por la figura de Goya, que lo absorbe todo. Si hacemos una aproximación historiográfica nos encontramos que habitualmente es presentado en oposición al pintor aragonés, basándose exclusivamente en criterios estilísticos. Esto le ha circunscrito a una serie de etiquetas, como la de rococó. Por eso hemos querido mostrar mucho más: Paret es un artista plenamente neoclásico, centrado en modelos grecolatinos, y con muchísimas inquietudes.
¿Era un erudito?
Su formación no tiene parangón entre los artistas de su generación. Gracias al análisis de su biblioteca y a través de sus dibujos conoceremos a un artista que al menos leía y escribía en latín, griego, inglés, francés, entendemos que también en italiano puesto que estuvo viviendo allí tres años, y que tenía algunas nociones de árabe.
¿Cuál fue su formación?
En la primera parte de esta exposición mostramos cómo fueron sus primeros años. Empezó, como la mayoría de artistas de su generación, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Sin embargo, su principal maestro, es decir, aquel con el que amplió sus horizontes artísticos y estilísticos y sus inquietudes intelectuales, fue Charles de La Traverse, un pintor francés que acudió a Madrid de la mano del embajador de Francia en España, el marqués de Ossun. Le dedicamos un pequeño homenaje: hay varios dibujos de La Traverse que se custodian en la BNE, donde está el mayor corpus de obra de este artista tan singular.
¿Qué relación tuvo con la Corte?
Fue pintor de cámara del infante don Luis de Borbón, hermano de Carlos III, quien costeó su viaje a Italia y le protegió en los inicios de su carrera. Para él, Paret creó –entre otras piezas– un conjunto de aguadas basadas en los especímenes de su Gabinete de Historia Natural que es, sin duda, uno de los conjuntos más importantes en la trayectoria del artista, en el que se combina la ilustración científica y el discurso anticuario, de la que pueden verse diversos ejemplares en esta muestra.
¿Tuvo alguna relación el infante con su destierro?
Paret fue desterrado en 1775 a Puerto Rico, donde pasó tres años, a causa de su relación con el infante y de ciertos aspectos de la vida desordenada que por entonces llevaba. Pero después, gracias a las súplicas de su mujer, consiguió volver a la península, aunque con la condición de estar alejado 40 leguas de la Corte. Eso le obligó a establecerse en Bilbao, donde estuvo casi una década. La segunda sección habla de estos años. Aquí vemos a un artista muy heterogéneo y polifacético que tuvo que reciclarse y reinventarse para seguir viviendo de su profesión.
¿A qué dedicó sus últimos años de vida?
La última parte de la muestra corresponde con su retorno a la capital y con sus diez últimos años de vida. En esta etapa son escasísimas sus pinturas, sin embargo trabajó intensamente como ilustrador, haciendo viñetas para los principales impresores de la época, como Antonio Sancha y Benito Cano. A Sancha lo homenajeó con un retrato que se puede ver en la exposición. También están los principales proyectos bibliográficos en los que colaboró. Por último se aborda su faceta como grabador, se muestran las únicas estampas conservadas de su mano y los últimos dibujos que hizo antes de su prematura muerte en 1799.
¿Cuál fue su último proyecto?
Paret preparaba una colección de estampas titulada Trages españoles usados en diferentes épocas de la que se conservan algunos dibujos de trajes acomodados a los usos del teatro. Es un proyecto que se enmarca en un nuevo discurso sobre la historia nacional forjado en esos años por diversas personalidades de la cultura de la Ilustración. Además, uno de los intereses fundamentales de Paret a lo largo de su trayectoria fue la indumentaria, como muestra identitaria. Exponemos las que quizá son las dos últimas obras dibujadas por el artista, dos trajes de reyes de la antigüedad.
Hay obras de la Biblioteca Nacional de España, pero también de otras instituciones y algunas inéditas…
La Biblioteca Nacional es la institución que mayor número de obras de Paret conserva, por lo que para nosotros era imprescindible contar con ella y prácticamente inconcebible haber celebrado la exposición en otro lugar. Sin embargo hemos querido contar con algunos préstamos que considerábamos fundamentales: obras que no se conocían en España o completamente inéditas, que nunca se habían mostrado al público. Hay piezas de la National Gallery de Washington, del Rijksmuseum de Ámsterdam, del Museo Nacional del Prado, del Museo Lázaro Galdiano y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, entre otras instituciones, pero también es muy notable la aportación de diversas colecciones particulares de Madrid, Barcelona, París y Londres.
Experto
Alejandro Martínez se doctoró en Historia del Arte por la Universidad Autónoma de Madrid con una tesis dedicada a la cultura artística de Luis Paret y Alcázar. Recientemente ha publicado los libros Historia de las Artes entre los Antiguos de J.J. Winckelmann (2014), a partir del manuscrito de Diego Antonio Rejón de Silva de 1784, y Patrimonio en conflicto. Memoria del botín napoleónico recuperado (1815-1819) (con Esperanza Navarrete, 2015). Es autor además de diversos artículos en revistas especializadas y estudios sobre el arte y la historia cultural española de la segunda mitad del siglo XVIII.