El título de la exposición, extraído de un vídeo de Marina Abramovic, hace referencia a la propuesta coral que existe en el terreno del videoarte y que la muestra trata de reflejar a partir de los vídeos escogidos. Se incluyen entre otros, obras de raíz conceptual como Sleepwalkers de Doug Aitken y Tiger Oder Löwe de Peter Friedl, proyectos que utilizan diversas técnicas de la animación, como Turning Point y The Simpson Veredict, de Jacco Olivier y Kota Ezawa, respectivamente, pasando por aquellos vídeos realizados por artistas que se han convertido en verdaderos representantes del género como Marina Abramovic, reconocida por sus impactantes performances, y otros pioneros del medio, como la pareja formada por Fischli & Weiss.
Martin Z. Margulies, que atesora desde hace más de 30 años una de las colecciones de arte más importantes que incluye pintura, escultura, vídeo y fotografía, sostiene que en el terreno del videoarte «no importa el formato o la técnica, ya que la respuesta ante el vídeo es inmediata. Sientes algo desde el primer instante en que ves la obra». De este modo, la selección incluye algunas de las figuras clave para entender la evolución del medio, con trabajos que van desde 1987 hasta 2007, y que fueron adquiridos por Margulies poco después de que fueran realizados por los artistas.
Las obras
– Count on Us (Chorus), 2003. Marina Abramovic. Se trata de una instalación de cinco vídeos, aunque en esta ocasión se expondrá uno de ellos: Chorus, un coro de niños cantando una canción sobre Estados Unidos conducida por Abramovic, quien a su vez viste un disfraz de esqueleto. La instalación Cuenta con nosotros hace referencia a varios elementos que pueden asociarse a un contexto político concreto, la guerra de Kosovo. La propia Abramovic opina que su trabajo debe ser considerado como una respuesta emocional a eventos políticos a través de su propio mundo simbólico.
– Sleepwalkers (Lineal Version), 2007. Doug Aitken. Cinco cortometrajes interconectados cuentan la historia de una noche en la vida de cinco neoyorquinos: Donald Sutherland, Tilda Swinton, Cat Power, Seu Jorge y Ryan Donowho. La obra fue proyectada en la fachada del MoMA de Nueva York en 2007 y es probablemente la más vista en la historia de este museo. Durante 28 días el artista transformó un bloque entero de Manhattan en una experiencia cinematográfica expansiva, que él mismo definió como un espectáculo de «cine mudo para el siglo XXI».
– The Simpson Verdict, 2002. Kota Ezawa. Recrea meticulosamente, fotograma a fotograma, secuencias animadas de televisión, cine e historia del arte, utilizando programas básicos de dibujo digital y animación, en una estética estilizada que alude a la pintura Pop o Alex Katz. Ezawa recrea en animación el veredicto de O.J. Simpson utilizando como fuente secuencias filmadas en el tribunal y manteniendo el audio original. La artificialidad estilística de esta obra subraya la «fabricación» del espectáculo histórico y, paradójicamente, preserva el poder de los acontecimientos originales. La capacidad que tiene este artista de arrancar una auténtica emoción basada en algo artificial evidencia su lealtad con los maestros del Pop, como Warhol o Lichtenstein.
– The Way Things Go, 1987. Peter Fischli & David Weiss. Esta pieza audiovisual documenta los experimentos físico-químicos de los artistas suizos Fischli y Weiss. Estructurada como una sucesión de objetos en movimiento –a modo de efecto dominó– mediante reacciones químicas, fricciones, contrapesos y demás disposiciones físicas perfectamente calculadas, los artistas trazan un recorrido donde maderas, placas metálicas, cubos, botellas, mechas, ruedas, líquidos, globos y bolsas de plástico crean tensiones, provocando infinitud de desplazamientos.
– Tiger Oder Löwe, 2000. Peter Friedl. Es un vídeo breve, filmado en una de las salas de la Kunsthalle de Hamburgo, en el que un tigre vivo pelea con una serpiente de trapo. La escena se inspira en el cuadro de Eugène Delacroix Tigre y serpiente (1854), que forma parte de la colección de la Kunsthalle. El vídeo fue grabado en la misma sala donde normalmente se expone el cuadro. Con su gesto de llevar a la práctica el movimiento sugerido por el cuadro de Delacroix, Friedl hace que dos estéticas establezcan un diálogo a través de una pequeña obra de teatro épico.
– Pink Constellation, 2001. Martin Kersels. Este vídeo es el producto de la instalación de una habitación de adolescente colocada dentro de una superestructura giratoria, en la que la actriz se mueve por las paredes y el techo, creando un espacio imaginario. Es el tipo de artefacto que la productora Metro Goldwyn Mayer construyó en 1951 para la película Royal Wedding con el fin de crear la ilusión de que su protagonista, Fred Astaire, podía bailar por las paredes y el techo de su habitación. En su baile, la adolescente del vídeo experimenta fantasías juveniles de escapatoria y disfruta de conductas íntimas que sus padres desconocen. Más adelante, los muebles empiezan a desplazarse y apilarse persiguiéndose del piso a las paredes y el techo en una sensación de caos angustiante.
– Turning Point, 2004. Jacco Olivier. De la misma forma que ha cambiado nuestro estilo de vida, la revolución tecnológica ha desbrozado nuevas sendas creativas en el campo del arte, ofreciendo nuevos soportes y también nuevas posibilidades expresivas. En ese terreno se mueve el artista holandés Jacco Olivier (1972), que explora desde hace años las potencialidades del cine aplicado a la pintura, mediante un trabajo minucioso que pasa por la reelaboración continua del lienzo y la plasmación fotográfica de cada pequeña mutación de la composición pictórica, casi de cada pincelada, para, finalmente, convertir esa serie de fotografías en una pequeña película de animación de corta duración. Se trata de una especie de vídeo-pintura, de cuadros animados dotados de un movimiento de ensueño, de efecto embrujador, y con una banda musical a menudo confeccionada con sonidos grabados por el propio artista.
– George Street Bus Stop, 2001. Beat Streuli. Filmado en Sídney, este vídeo muestra a la gente en varios estados de anticipación e inacción. La lenta velocidad con la que se reproducen las acciones minimalistas enfatiza la idiosincrasia del lenguaje corporal y realza los detalles fortuitos. Se trata de un impulso voyeurístico que capta la sutileza de los gestos y expresiones faciales en días calurosos. Se muestra a la gente resignada, paciente o con muecas de irritación debido a la espera del autobús, en un trabajo de análisis de la cotidianidad.
Martin Z. Margulies es un apasionado del arte, hecho que influye en todas las facetas de su vida. Graduado en la Escuela de Finanzas Wharton de la Universidad de Pennsylvania y creador de proyectos vinculados a los bienes inmuebles del Sur de Florida durante más de 35 años, empezó a coleccionar en 1976 con la adquisición de una obra de Isamu Noguchi, hasta llegar a construir una de las principales colecciones de arte contemporáneo americano y europeo del mundo.
Barcelona. Chorus. Vídeoarte de la colección Martin Z. Margulies. Fundació Foto Colectania.
Hasta el 28 de julio de 2012.