Un recorrido por las plantas baja, primera y segunda a través de las panorámicas 360⁰ permite apreciar las obras y su disposición en las salas, ofreciendo una selección de obras digitalizadas en gigapixel, incluyendo cinco esculturas en 3D-Photo. A partir de esta digitalización se han creado 10 recorridos temáticos que, a través de una selección de obras, explican mediante una introducción locutada los detalles que luego se pueden descubrir accediendo a cada una de ellas.
1. Un paseo por el Olimpo. Ocho obras clave que conforman un particular Olimpo. En cada una de ellas el usuario encontrará dioses del mundo grecorromano y descubrirá los mitos en los que participan. Esos mitos han sido definidos como narraciones maravillosas situadas fuera del tiempo histórico y protagonizadas por personajes de carácter divino o heroico, es decir, historias de dioses y su relación con los mortales.
2. Llega la muerte. Nueve obras que giran en torno a la muerte y ofrecen distintas visiones de la misma. Un famoso filósofo chino dijo: “Diferentes en la vida, los hombres son semejantes en la muerte”. Por eso, el recorrido comienza con la particular visión del tema que ofrece, a mediados del siglo XVI, Pieter Bruegel el Viejo. Su título no puede ser más expresivo: El triunfo de la Muerte.
3. La mirada del artista. Ocho obras que comparten un nexo común. En todas el autor ha incluido su propia imagen. El Prado conserva muchos autorretratos, con los artistas autorretratados en soledad, junto a sus mecenas, con su familia o bien formando parte de composiciones más complejas.
4. El cuerpo. Ocho obras en las que el cuerpo humano tiene un destacado protagonismo. Tanto el masculino como el femenino. Y tanto en obras religiosas como en composiciones de carácter mitológico. ¿Sabía que, entre 1827 y 1838, el Real Museo de Pinturas tuvo una Sala Reservada a la que solo se podía acceder con un permiso especial? En sus paredes colgaban algo más de setenta pinturas de diferentes escuelas, tamaños y calidades, que tenían una característica común, un nexo que permitía esa extraña agrupación: en todas ellas se exaltaban los cuerpos desnudos, la carne… por lo que su visión podía resultar perniciosa y ofender a la moral, al decoro y al buen gusto.
5. Al fondo. Nueve obras donde lo interesante ocurre no solo en primer plano, sino también al fondo. Si el espectador se fija en esos detalles, en lo que pasa ahí, puede descubrir auténticas sorpresas. En ocasiones puede ser un paisaje, real o imaginario; otras veces un edificio más o menos reconocible. También puede ser el interior de una habitación, con pinturas o tapices decorando sus paredes. O simplemente un personaje, que puede ser fundamental para la historia representada, o bien una simple llamada de atención, algo anecdótico.
6. Escrito está. Siete obras en las que encontrar todo tipo de inscripciones que aportan muchísima información sobre su autor, sobre el personaje representado o sobre la historia que allí se cuenta.
7. Música en el Prado. Siete obras en las que la música juega un papel relevante, ya sea por la presencia de instrumentos o bien porque sus protagonistas están interpretando alguna pieza a veces acompañada del canto.
8. Flores del Prado. Siete obras que animan a descubrir las plantas y flores que aparecen representadas en ellas. A veces será muy fácil porque algunas flores juegan un papel destacado en determinadas escenas de carácter religioso o mitológico, pero en otras será más complicado porque están casi escondidas o su presencia puede pasar desapercibida.
9. Sentados en el trono. 10 obras protagonizadas por monarcas que han ocupado el trono español desde finales del siglo XV hasta principios del siglo XIX. En las colecciones del Prado hay muchísimos retratos de reyes y reinas, no solo de nuestro país, sino también de países cercanos como Portugal, Inglaterra, Francia y Alemania o, para ser más precisos, del Sacro Imperio Romano Germánico.
10. Obras maestras. Una pequeña selección de las obras maestras que custodia esta institución fundada en 1819 por el rey Fernando VII a partir de las colecciones que había heredado de los monarcas que le precedieron. Desde entonces, la institución ha ido incrementando sus obras hasta llegar a las más de 8.300 pinturas que posee hoy día, además de casi 1.100 esculturas, más de 11.000 dibujos, casi 8.000 grabados y más de 3.600 piezas de artes decorativas.