Oración en el huerto con el donante Luis I de Orleans es una tabla francesa de estilo gótico internacional datada entre 1405 y 1408. Pertenece a la colección del Prado, que la adquirió en mayo de 2012 por 850.000 euros. Se trata de una obra excepcional por ser muy escasas las tablas francesas realizadas entre 1380 y 1420 que se conservan, y menos de la calidad de ésta. El autor de la pintura, realizada en París sobre una tabla de roble del Báltico, es desconocido, aunque pudiera tratarse de Colart de Laon (fl. 1377; muerto antes del 27 de mayo de 1417), que fue pintor y valet de chambre (ayudante de cámara) del donante, a la sazón regente de Francia por la locura de su hermano, el rey Carlos VI. Aun cuando todas sus pinturas han desaparecido, la documentación analizada le confirma como uno de los pintores más sobresalientes de comienzos del siglo XV en Francia y autor de muchas obras el I duque de Orleans.
La tabla se depositó en el Museo en febrero de 2011 para su estudio y posible compra. Tras su ingreso se procedió a hacer la documentación técnica: fotografía ultravioleta en el Laboratorio Fotográfico, radiografía y reflectografía infrarrojas en el Gabinete de Documentación Técnica y análisis de pigmentos y del soporte en el Laboratorio de Análisis. Contando con la colaboración de su personal técnico, Pilar Silva, jefa de Departamento de Pintura Española (1100-1500) y de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte (1400-1600) fue la responsable de realizar el estudio historiográfico y documental.
Resultados sorprendentes
Concluida la documentación, los resultados fueron sorprendentes. Aunque era evidente al contemplar la superficie del cuadro que tenía un grueso repinte que afectaba a la parte inferior izquierda de la tabla, nada hacía sospechar lo que había debajo. La radiografía y la reflectografía infrarroja desvelaron que el pintor que llevó a cabo la obra había representado allí un donante masculino arrodillado, ricamente vestido, con un traje a la moda 1400, con la cabeza descubierta y una filacteria en la mano con la inscripción del salmo miserere mei deus…, protegido por santa Inés, identificada por el cordero que tiene a sus pies.
La dendrocronología confirmó que el soporte de roble del Báltico era de época y podía haberse pintado ya a partir de 1382, aunque sin duda se hizo más tarde, a partir de 1400, como atestiguaba el traje del donante (un rico atavío con hojas de ortiga de oro en sus mangas, una de las divisas del duque de Orleans). La radiografía permitió ver la estructura del soporte, así como que el marco –que era original– formaba parte de él en los extremos verticales, mientras que los horizontales estaban ensamblados con espigas redondas.
El análisis de los pigmentos reveló que la pintura original y el repinte (que había contribuido a la conservación de la pintura original en un excelente estado) estaban separados por una capa pictórica aislante que hacía posible su levantamiento. Sabiendo esto y conscientes de que el único modo de llegar a conocer el estado real de conservación de esta obra y valorarla convenientemente era eliminarlo. María Antonia López de Asiaín se hizo cargo de su restauración en el Taller del Prado desde enero de 2012. El resultado se puede ver desde este lunes y hasta el próximo 28 de abril en la sala 58A, junto a sus imágenes en radiografía y reflectografía infrarroja y un vídeo con las distintas fases del proceso de restauración.