El madrileño, An Wei Lu Li, con Odalisque II, obtiene la Beca Mario Antolín de Ayuda a la Investigación Pictórica (8.000 euros); mientras que el riojano Julio Sarramián Bernal, finalista en la pasada edición, ha sido reconocido con el Premio a la Innovación, dotado con 6.000 euros, gracias a su obra Dimensión fractal. En la categoría infantil ha ganado la leonesa Alba Lorenzo Ferreira con La amistad (4.000 euros).
Javier Palacios ya fue premiado la pasada edición con la Beca Mario Antolín de Ayuda a la Investigación Pictórica por su obra Yellow Soul Sponge. Su trabajo se desarrolla como un cuestionamiento y reivindicación de la pintura, queriendo demostrar su importancia y vigencia. Para ello aúna en sus obras las características tradicionales de la pintura con las aportaciones del mundo audiovisual.
Como cada año, la entrega de premios se ha celebrado en el Teatro Real de Madrid con la presencia de la reina Doña Sofía y la princesa Irene de Grecia. El jurado de este año, presidido por Enrique de Ybarra, ha estado formado por Tomás Paredes, presidente de la Asociación Española de Críticos de Arte; Carmen Iglesias, miembro de la Real Academia Española y de la Real Academia de la Historia; y Luis María Anson, periodista, escritor y miembro de la Real Academia Española.
Los finalistas restantes de este año han sido el onubense Pablo Díaz Merchante por Todos los fantasmas son iguales; el también gaditano Alejandro Botubol Bolaños con Trinidad: ‘La Santa’; el madrileño Paco Díaz Salas, por Roma 2; los valencianos Keke Vilabelda Montalt, por Cracking Layers, y Álex Marco Montalvo con Imagen de archivo; el salmantino Diego Vallejo Pierna, con Sin título IV positivo; y Bernardino Sánchez Bayo, de Granada, por In God we trust.
Sobre Magic Damn
La obra forma parte del proyecto Magic Dolmen, en el que se profundiza en el concepto de lo espiritual no desde un punto de vista específicamente religioso, sino como un término que permite relacionar elementos en principio opuestos como materia y espíritu, interioridad y exterioridad.
En Magic Damn, Javier Palacios juega con el lenguaje específico de la pintura elaborando una suerte de abstracción figurativa. Es la deconstrucción contemporánea del concepto dolmen como elemento básico de nuestra civilización relacionado con lo espiritual. Para la creación de la imagen se han seleccionado fragmentos de diversos dólmenes europeos para generar uno nuevo que sólo podría existir cohesionado gracias a la magia de la pintura.