Cuando esto ocurrió, un par de vecinos, Lasse Johansson y Andrea Luka Zimmerman, ayudados por un amigo, Fennell Tristán, se embarcaron en un proyecto fotográfico al que llamaron I Am Here (Estoy aquí): Pidieron fotos o fotografiaron a 67 antiguos vecinos residentes en el inmueble, las ampliaron y las colocaron en las ventanas en sustitución de las ruinosas placas de madera oficiales.

Y al parecer, la iniciativa ha resultado un revulsivo para la comunidad, ya que a partir de la instalación de esta original pieza de arte público, la propiedad ha comenzado a replantearse la demolición de la finca y ha iniciado la reconstrucción y remodelación de algunos de los pisos abandonados, de modo que actualmente ya pueden volverse a ver, como en sus mejores tiempos, algunas de las antiguas ventanas reformadas y en buen estado.