No se habla de otra cosa. Durante este último mes, todas las miradas del mundo del arte se han dirigido hacia la Bienal de Venecia, el prestigioso certamen cuyos comienzos se remontan a 1895 y se ha convertido hoy en cita ineludible para los profesionales y amantes del arte contemporáneo.

Donde un día pudimos deleitarnos con obras de Courbet, Van Gogh, Klimt o Ensor, hoy podemos apreciar las propuestas de artistas como Bruce Nauman, Liam Gillick, Steve McQueen ò Miquel Barceló.

Creando mundos

La 53 edición de la Bienal de Venecia, comisariada por el sueco Daniel Birnbaum, lleva el título de Fare Mondi o lo que es lo mismo Crear Mundos y todas sus correspondientes traducciones -cual torre de babel- ya que es importante subrayar la globalidad y diversidad del certamen, que cuenta en esta edición con la participación de 77 países.  Es un tema imponente y extremadamente general que quiere resaltar el carácter empírico de la Bienal, convirtiéndolo en un lugar para experimentar, crear y producir, alejándose así de los meros escaparates de vanidades artísticas.

Además, la Bienal de Venecia premiará también a Yoko Ono y John Baldessari con dos Leones de oro como reconocimiento a sus carreras, siendo ambas personalidades muy significativas del arte del siglo XX.

En definitiva, cinco meses para disfrutar de intensa actividad artística y un montón de nuevos proyectos e indicios direccionales en el mundo del arte; noventa artistas diferentes que apreciar dentro del contexto de la muestra principal y un total de setenta y siete propuestas nacionales, además de mas cuarenta eventos colaterales organizados por diferentes instituciones artísticas. Esta Bienal promete.