La Diputación Provincial de Burgos quiere ir un paso más allá de los concursos de ornamentación de fachadas y de los premios de embellecimiento y conservación del patrimonio rural. Preocupada por la pervivencia de la arquitectura típica, su próximo proyecto consiste en la elaboración de un catálogo técnico que recoja las características urbanísticas y arquitectónicas de cada comarca.
Algo así como un inventario histórico de construcciones que sirva de guía de trabajo a los ayuntamientos burgaleses para mantener su esencia patrimonial y evitar, en la medida de lo posible, desmanes urbanísticos.
“Estamos viendo que cada municipio construye como quiere, sin tener en cuenta ningún criterio al margen de los que fijan los conjuntos históricos o los bienes de interés cultural. En algunos casos se ha perdido la esencia de nuestros pueblos por ignorancia, por no saber cuáles son nuestras raíces urbanísticas”, comenta el diputado de Cultura, Borja Suárez.
Una vez configurado el catálogo se remitirá a los ayuntamientos para que puedan introducirlo en sus normas subsidiarias de forma orientativa, ya que la Diputación carece de competencias en este terreno. “Nosotros no tenemos autoridad administrativa para obligar a los pueblos a construir de una forma u otra. Por eso, nuestra intención es colaborar con los ayuntamientos para que puedan seguir un criterio razonable y patrimonial en torno a la urbanización y arquitectura de nuestros pueblos”, matiza el diputado.