Aelita Andre, una niña australiana de tan solo dos años, lleva meses cotizando sus obras a una media de 2.000 € por cuadro en una galería de Melbourne y preparando su primera exposición individual.
A finales de octubre del año pasado Mark Jamieson, director comercial de la galería Brunswick Street de Melbourne, recibió la visita de Nikka Kalashnikova, fotógrafo australiana y madre de la niña protagonista, quien le presentó los trabajos de una supuesta artista emergente – sin hablar de su edad – llamada Aelita Andre. Interesado por el tipo de pintura que estaba viendo, le propuso a la fotógrafa la realización de una exposición colectiva con algunas obras de aquella desconocida para principios de 2009.
Puestos de acuerdo y acabados de organizar todos los preparativos, la señora Kalashnikova le confesó que aquellos 15 lienzos cuyos vivos colores tanto le habían gustado, habían sido realizados por su hija de dos años.
Ante tal dilema, el galerista decidió seguir adelante con todo, pero desvelando la verdadera edad de la artista. Las medidas rondaban una media de 90×50 centímetros, con precios que oscilaban entre 180 y 2.000 euros. Algunas llegaron a venderse antes de la inauguración de la exposición y han levantado un formidable revuelo. ¿Estamos ante un nuevo prodigio del arte o se trata de una nueva broma a expensas del mercado?