Unos trabajadores que reparaban una casa cercana a la iglesia de la Natividad, en la ciudad de Belén (Palestina), descubrieron por casualidad una tumba de unos 4.000 años de antigüedad, con los restos óseos de dos seres humanos, acompañados de ánforas de barro, platos y cuentas de vidrio.

La tumba data de la temprana Edad de Bronce, entre el año 1.900 a.C. y el 2.200 a.C. y en palabras de Mohammed Ghayyada, director del Ministerio de Turismo y Antigüedades de la Autoridad Palestina, “aporta datos sobre las costumbres de inhumación en el área durante el período cananeo”.

Por su parte, el arqueólogo e historiador de Jerusalén Stephen Pfann consideró el descubrimiento "una referencia importante de la vida de los cananeos" y agregó que podría proyectar una visión de la vida en el área antes de la época de los patriarcas bíblicos.

“Aunque existen muchos objetos de este período, las tumbas intactas son raras, especialmente debido al saqueo”, agregó. “Son más útiles para los arqueólogos porque muestran cómo fueron colocados los diferentes objetos funerarios y aportan la imagen de cómo eran las costumbres de la época”.