La semestral Feria de Arte y Antigüedades Artemanía celebra, hasta el 8 de marzo, en el Palacio de Congresos de la Castellana, su XXXII edición. Y con motivo de la presente edición, ha elaborado una tipología del coleccionista de arte, basándose en las experiencias de un centenar de anticuarios y galeristas.
La feria ha aprovechado la presente edición para realizar un estudio sobre los perfiles más habituales de compradores de arte, antigüedades y diseño, todos ellos visitantes y clientes habituales de esta feria. El estudio se ha basado en las experiencias de más de un centenar de anticuarios y galeristas durante los 16 años que Artemanía lleva celebrándose, dos veces por año, en Madrid. De este estudio han surgido cuatro perfiles tipo de comprador, que definen de la siguiente manera:
El de toda la vida
(A partir de 60 años). Es un coleccionista veterano. Normalmente hombre, con un alto nivel económico, y suele superar la sesentena. Lleva más de 40 años en contacto con el arte y las antigüedades, una afición que posiblemente le viene de familia, lo que le otorga un interés espontáneo por el mundo del coleccionismo. Normalmente tiene una serie de preferencias fetiche, pintura clásica y mueble antiguo, aunque no desdeña otras disciplinas dentro de un estilo similar. Procura sólo comprar cosas muy buenas y muy especiales para engrosar su colección particular. Es asiduo a las ferias y a sus dos o tres anticuarios de referencia, en quienes confía plenamente y por quienes se deja asesorar.
El entendido
(A partir de 45 años). Se trata de un coleccionista especializado con un alto nivel cultural. Sólo está interesado por un determinado tipo de piezas u objetos, que constituyen en exclusiva su colección. Su área de interés se circunscribe a un grupo de objetos muy limitado, siendo cada nueva pieza un auténtico tesoro dentro del marco de la colección. Se trata de una persona que dedica bastante tiempo y esfuerzo a localizar esas piezas que faltan en su colección, y que disfruta casi más con la búsqueda que con su adquisición. Además de acudir a profesionales, investiga en internet, asiste a subastas, ferias y vendedores particulares. Su afición le lleva a documentarse y a estudiar hasta el punto de convertirse en verdadero experto en la materia de su colección. Llega a saber más que el profesional que se lo está vendiendo.
El neófito
(Entre los 25 y 40). Es la persona que, tras una primera compra, decide continuar cultivando su afición comprando, ocasionalmente, nuevas piezas. Al contrario de lo que sucede con el experto, el neófito es disperso en cuanto a la tipología de objetos que compra: tras un cuadro, compra una escultura, un mueble o una pieza de arqueología clásica. Puede pasar de lo clásico a lo contemporáneo: aún está definiendo su afición, explorando distintas opciones. Las piezas que compra son modestas, ya que al ser una persona joven su poder adquisitivo es más limitado. Procura comprar sólo en lugares que le ofrecen todas las garantías y se deja asesorar plenamente por el especialista.
El profesional de éxito
(Entre 30 y 45 años). Profesional de éxito y de ingresos altos. Lleva ya un cierto tiempo volcando sus intereses sobre el arte y las antigüedades como un complemento a su estilo de vida. Compra pocas pero buenas piezas, y suele adquirir objetos de última tendencia (diseños de los 60, arte contemporáneo…) Tiene sus preferencias plenamente definidas pero no es un entendido, por lo que suele dejarse guiar por un experto. La inversión y la posible revalorización de las piezas en un futuro son componentes que tienen influencia en sus compras, aunque no son lo principal.