La versión de Wrexham, 50 veces mayor que la obra original, es el resultado de un proyecto impulsado por la artista Katy Webster, quien dirigió a un grupo de trabajo de 245 personas –componentes de grupos comunitarios y escuelas públicas– que emplearon casi 1.000 horas de trabajo y 86 litros de pintura para su realización.
El proyecto tiene como objetivo vender la gran obra por piezas, a beneficio del Hope House Children’s Hospice, un hospicio británico que proporciona ayuda a niños con enfermedades terminales y a sus familias. Los compradores, sin embargo, tendrán que esperar para tomar posesión de su adquisición, ya que el centro comercial tiene previsto mantener la pieza expuesta al público durante los próximos dos años.