De momento, y según las mismas informaciones, el ex presidente ha sido interrogado por el juez y puesto en libertad a la espera de juicio, con unos cargos que en principio contemplarían la posibilidad de que Sanz hubiera comerciado con estas obras de arte valoradas en 7,5 millones de euros, como parte de su fallido intento de comprar un club de fútbol de la ciudad de Parma, perteneciente a la liga italiana, en 2005.
Según declaraciones del propio Lorenzo Sanz a una emisora de radio española: “fue una operación que realicé hace tres años, en la que compré algunas pinturas y luego algunas personas me dijeron que podría venderlas en Italia, en una casa de subastas de Venecia". En las mismas declaraciones, Sanz añadió: "no tengo idea de si se tiene que obtener un permiso para vender arte fuera de España. Fue un error involuntario. Yo no sabía si tenía que pedir permiso. Lo que sí sé es que no voy a comprar más pinturas”.