Entraron en ellos y comenzaron a establecer estudios y galerías de arte, declarando que "existiendo tanto sitio vacío disponible en la ciudad portuaria, el gobierno debería proporcionar un espacio accesible a los artistas que viven allí, además del hecho de que los edificios históricos deben ser conservados, en lugar de derruidos".
Meses más tarde, los artistas siguen ahí instalados, han recibido en sus improvisados espacios a más de 10.000 visitantes y han obtenido más de 20.000 firmas solicitando la conservación de los edificios, que ya han sido vendidos a una empresa holandesa, llamada Hanzevast, quien a su vez tiene aprobados sus planes para demolerlos y convertirlos en nuevos edificios de oficinas, apartamentos de lujo, tiendas y cafés.
Posibilidades de un acuerdo
El hecho es que aunque no se ha conseguido garantizar la salvación del distrito, sí se han logrado algunos avances significativos encaminados a la posibilidad de adquisición de estudios y galerías a un precio asequible para los artistas.
El sábado pasado, Christine Ebeling, representante del grupo, llamado "Komm in die Gänge", anunció que las autoridades de la ciudad se habían ofrecido a cederles el uso de espacios vacíos propiedad del gobierno, a cambio de que el grupo accediera a abandonar los ahora ocupados en el barrio de Gängeviertel, que deben ser entregados a la compañía propietaria legalmente.
A pesar de que Ebeling ha declarado que "Aún no hemos decidido nada", tanto el grupo de artistas como Hanzevast han expresado su disposición a reunirse para discutirlo, aunque la mesa redonda que estaba prevista para esta semana en la que participarían los artistas, los propietarios y varios representantes del gobierno, de momento ha sido cancelada.