En los últimos cuatro años, la Unión Europea ha aportado unos 3,7 millones de euros en subvenciones a las obras realizadas en la “isla sagrada” de Delos por un importante grupo de científicos, que han mejorado el acceso y la conservación de las ruinas de lo que los expertos llaman el "mayor centro mercantil del mundo".
Como consecuencia de estos trabajos, que además contribuyeron a frenar el deterioro de los monumentos, se han descubierto importantes detalles de la vida cotidiana de Delos, que se encontraban enterrados bajo las masas de tierra de excavaciones del siglo XIX.
Por ejemplo, han salido a la luz talleres de joyas de oro y piedras preciosas, estudios de escultores con estatuas a medio terminar, como la copia de la diosa Afrodita de Fidias (escultor del Partenón de la Acrópolis de Atenas), monedas de oro, talleres para trabajar el cobre y pintar con púrpura, así como jarros de línea corintia y cicládica y artefactos de cocina de principios del siglo I ante de Cristo.
Estos descubrimientos revelan, o mejor confirman, la calidad como centro comercial y la atracción como punto de adoración que tenía el islote en el siglo I y II antes de Cristo.