Según el estudio, el reto perentorio es que el español constituya verdaderamente una de las seis lenguas consideradas como oficiales en Naciones Unidas, ya que en la práctica su utilización es muy reducida; incluso en el seno de la Unión Europea es una lengua subalterna, sin estatus real de lengua de trabajo, algo que sí tienen el inglés, el alemán y el francés.
Política de Estado
Por lo tanto, su promoción debe concebirse como una política de Estado del conjunto de la comunidad hispanoamericana de naciones, considerando la lengua común como bien preferente, no para competir con el inglés, sino para mejorar su estatus como lengua internacional complementaria, «como lengua diplomática internacional, como lengua de creación y comunicación científica y como lengua en la que se expresa una cultura vigorosa y creativa con relevancia en la red y en los medios masivos de consulta digital».
La mejora del estatus internacional del español tiene que proyectarse en los foros mundiales y organismos multilaterales. A ello contribuiría el fortalecimiento del diálogo y las relaciones de cooperación entre las sociedades y los agentes de la comunidad hispanohablante en todo el mundo. Es necesario, además, generar y estandarizar un paquete formativo que ofrezca las competencias mínimas para su uso práctico, es decir, un español compendiado que facilite enseñanza, aprendizaje y uso.
Empuje hacia el norte
En América, la tradicional alta concentración de hispanohablantes en los países con mayor impronta española tiende a disminuir, dado el doble y simultáneo empuje del español hacia el norte, abriéndose paso como lengua materna (y extranjera) en Estados Unidos, y hacia el sur, al penetrar con firmeza en Brasil. En Europa, lo novedoso es el gradual ascenso del español a la posición de segunda lengua de enseñanza, tras el inglés, desplazando al francés y al alemán en buena parte del continente.
Los expertos que han participado en la elaboración del libro también consideran que la oferta formativa del español para extranjeros debe hacerse más amplia, accesible y atractiva. El Instituto Cervantes ha de ser eje e instrumento fundamental de ese esfuerzo y la gran plataforma formativa internacional del español. A esa tarea deberían sumarse agentes públicos de otros países hispanohablantes y agentes privados que operan en el ámbito de la enseñanza. También deberían promoverse vías informales que alimentan los intercambios culturales, como los productos culturales (especialmente audiovisuales) en versión original para extender el aprendizaje del español.
Factor ñ, el español en cifras El estudio destaca que el español ha crecido en los últimos años apoyado tanto en la internacionalización de las empresas españolas como en la cohesión idiomática impulsada por la Asociación de las Academias de la Lengua Española. Recoge en sus páginas las principales cifras del español, de las que resaltamos las más significativas:
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