Pero para cualquiera que esté familiarizado con la historia de Walt Disney, la importancia de que esta compañía haya hecho por primera vez protagonista en una de sus producciones a una princesa negra, llamada Tiana, tiene un recorrido mucho más profundo.
La realidad es que Disney es una compañía que durante años ha tenido que enfrentarse a un aluvión generalizado de acusaciones de falta de sensibilidad étnica. Por poner un par de ejemplos, la página web cracked.com, que ha publicado una lista muy bien documentada que titula “Los nueve personajes más racistas de Disney”, o el documental titulado “Mickey Mouse Monopoly”, disponible en YouTube, con detalles de muchas otras supuestas infracciones raciales realizadas por la compañía en los últimos años.
¿Una nueva etapa Disney?
Con estos supuestos antecedentes, la pregunta es si Tiana, la protagonista de la nueva película de Disney, marcará realmente el comienzo de una nueva era para la «Mouse House» a sus 86 años de edad o será simplemente una maniobra para frenar las cada vez más sonoras críticas de falta de corrección política.
«Disney se juega mucho en este proyecto», ha declarado Mark Anthony Neal, profesor de Estudios Afroamericanos de la Duke University de Carolina del Norte. «Como se puede imaginar, hay mucho entusiasmo sobre el primer cuento de hadas negro de Disney. Si hace dinero en la taquilla, apuesto a que DreamWorks y Pixar empezarán también a hacer películas de animación con personajes negros. «Y si no obtiene dinero, rodarán cabezas».
A la espera de resultados
Mientras tanto, Wall Street está ansioso por ver si la última producción de Disney genera una nueva franquicia multimillonaria en dólares, o si por el contrario se ha llegado demasiado tarde, tal vez perjudicados por la resaca post-Obamamanía. Este último escenario podría causar a la compañía un grave perjuicio económico, porque el listón está muy alto: las dos películas anteriores de Disney sobre princesas, Mulan (1998) y Pocahontas (1995), recaudaron cada una de ellas más de 300 millones de dólares en la taquilla y toda la división completa de “Princesas” de la compañía -que incluye un catálogo de nueve títulos- genera en total la muy respetable cantidad de cuatro mil millones de dólares al año.
Pero, por si esto no fuera suficiente riesgo, Disney está asumiendo otro más añadido: la película está dibujada a mano en 2-D, a pesar de su anuncio hace cinco años de que a partir de ese momento todas sus películas de animación serían generadas por ordenador. Y para más expectación, la banda sonora está realizada en el más puro estilo musical de Broadway, algo que el estudio no había hecho desde hace una década. La idea es volver a los días de oro. Habrá que estar atentos.