"La forma era claramente la del contorno de un barco", aseguró en el diario The New York Times Michael Pappalardo, un arqueólogo que trabaja con la Autoridad Portuaria de Nueva York documentando todo lo que va apareciendo en la obra y que estaba en el lugar en el momento del hallazgo.
Según todos los indicios, el barco podría haber sido utilizado como relleno para arrancarle espacio al río Hudson al sur de Manhattan hace unos 200 años. Un ancla de unos 50 kilos fue encontrada el miércoles a pocos metros de donde aparecieron los restos del navío.