La exposición, titulada Plane Art-Connecting People, reúne varias docenas de imágenes mostradas en las paredes del museo y muchos otros dibujos disponibles en carpetas aparte.

Los trabajos fueron recogidos por Jewel Van Valin, asistente de vuelo de la compañía Delta, quien pocos meses después del 11-S y coincidiendo con el hecho de que la compañía aérea realizó una sustitución de los manteles de tela por otros de papel, comenzó a poner un lápiz en cada bandeja y a solicitar a los clientes que le hicieran un dibujo.

Algunos recelos iniciales

Van Valin comenta que al principio los pasajeros se mostraban recelosos cuando ella les preguntaba si estarían "dispuestos a pasar un buen rato", pero que después de darles los lápices de colores "se echaban a reír y me hacían el dibujo". "Algunos pasajeros me decían que no sabían dibujar, pero yo les respondía que no se trataba de dibujar, sino de divertirse".

Desde el primer momento, la azafata fue colgando los distintos dibujos en las paredes del avión, durante el propio vuelo, para que el resto de pasajeros pudiera disfrutar del trabajo de los otros y a la vez fue guardándolos todos, hasta llegar a reunir un total de 3.500 trabajos, ahora expuestos en el Palm Springs Air Museum.