Los Fabelman
Spielberg es Spielberg. Su muy personal lenguaje cinematográfico hizo marca ya desde The Sugarland Express, su primer largometraje en 1974. Pero nunca lo había hecho de un modo tan confesional, directo y entrañable como en Los Fabelman, la película en la que pone foco sobre una familia, que es en el fondo la suya propia, para reflexionar con inteligencia y brillantez sobre el despertar a la vida, las creencias, el afecto, los lazos que unen a los seres humanos, lo que el tiempo va dejando atrás y, por supuesto, ese amor por el cine que ha determinado su existencia.
Tár
En su papel de compositora y directora de orquesta, Cate Blanchett protagoniza de principio a fin Tár, la película con la que el guionista, director y productor Todd Field vuelve al cine tras 16 años de silencio. Blanchett borda su papel de innovadora directora y compositora en la cúspide de su carrera. Sin embargo, de un modo totalmente inesperado, las cosas empiezan a torcerse y en las siguientes semanas su existencia se desmorona. El resultado, y así lo muestra el filme, que en ningún momento pierde el magnífico tono cinematográfico con el que está construido, plantea un mordaz examen del poder, su impacto, secuelas y perdurabilidad en el rápido y cambiante mundo actual.
The quiet girl
Cargada de reconocimientos, pasó por las salas The quiet girl, del director y guionista irlandés Colm Bairéad. En sus distintas acepciones quiet puede traducirse como silenciosa, tranquila o reservada. Cualquiera de las tres encuadra con la pequeña protagonista de esta conmovedora historia de la Irlanda rural. A través de su mirada asistimos a una emotiva indagación del inocente y complejo universo de la infancia.
El maestro jardinero
Personalísimo como siempre, el guionista y director Paul Schrader firma una historia magníficamente filmada que basculando entre el drama y el thriller vuelve a dibujar, con cautivadora precisión, un personaje atormentado en busca de redención.
Mi nombre es Alfred Hitchcock
Hitchcock dejó en las pantallas una serie de inolvidables obras maestras. El crítico y realizador Mark Cousins desvela a través de este original y excelente documental muchos de los secretos que encierran películas como Psicosis, Rebeca, La ventana indiscreta, Encadenados, Con la muerte en los talones, Los pájaros, Marnie la ladrona o Extraños en un tren. El filme establece un supuesto y clarificador diálogo entre el director británico y el espectador del siglo XXI. Impagable la posibilidad que ofrece de asomarse a la mente del legendario maestro del suspense.
El caftán azul
Destinada a quedar en la memoria, esta cinta de la directora, guionista y actriz marroquí Maryam Touzani se adentra en un tema complejo para construir, desde la sensibilidad y el respeto, una historia cinematográfica llena de sentido que habla de amores y miedos en un clima en el que la tradición pesa, y mucho, sobre las decisiones. Touzani, a través de un inteligente cine de altura, habla de la libertad de que cada cual sea quien realmente es y pueda amar a quien quiera.
Dispararon sobre el pianista
El 18 de marzo de 1976 desapareció en Buenos Aires el pianista brasileño Tenorio Junior. Tenía 35 años. Su cuerpo nunca apareció. Sobre ese hecho, Fernando Trueba y Javier Mariscal han construido Dispararon al pianista, un magnífico documental de animación que a ritmo de jazz y bossa-nova y a través del testimonio de muchas de las personas que conocieron al músico, indaga en los cómos y porqués de aquella misteriosa desaparición.
Vidas pasadas
Quien se atreve a dudar del peso del pasado. Sobre esa “mochila” que cada cual carga y asume a su manera se estructura Vidas pasadas, el debut en la dirección cinematográfica de Celine Song. De una convencional historia de primeros amores que viven un reencuentro décadas más tarde, la dramaturga y guionista coreana-canadiense construye una brillante película llena de emoción y melancolía.
El maestro que prometió el mar
Sobre la historia real de Antoni Benaiges, esta cinta cala hondo en el espectador. Contenida y conmovedora, la película de Patricia Font entrelaza pasado y presente a través de dos tramas que construyen un relato sobre la memoria y la importancia de no dejar caer en el olvido nuestra historia reciente. La vida de Benaiges, y la película que la rescata, nos llena de emoción.
El primer día de mi vida
Paolo Genovese firma esta película que inevitablemente remite a la entrañable ¡Qué bello es vivir! que hace casi ocho décadas dejó para la historia del cine Frank Capra. La obra de Genovese también alberga trazas de gran cine para reflexionar sobre la complejidad del mundo contemporáneo de la mano de unos personajes que tienen la oportunidad de comprobar cómo sería el mundo sin ellos.
Los asesinos de la luna
Martin Scorsese vuelve a impartir otra magistral lección de cine. DiCaprio y De Niro sacan lo mejor de sí mismos para corporeizar la historia de los Osage, otra comunidad indígena norteamericana despojada de sus tierras, unos páramos sin valor alguno hasta que el petróleo que escondía su subsuelo dio la cara. Porque la película va del abuso, de la extorsión, de la violencia llevada al límite por quienes se sienten instalados en el poder, de los asesinatos, del peso de la culpa y de la tantas veces impunidad de los que mandan.
La sombra de Caravaggio
Como clarividente aproximación a la turbulenta existencia de Michenlangelo Merisi, el controvertido genio lombardo, este filme se constituye de principio a fin en un canto a la libertad de la creación y el arte como derecho indisociable de quienes lo ejecutan. La película de Michele Placido arroja luz sobre el artista que hace cuatro siglos, a través de la connivencia con lo moralmente incorrecto, desafió a los poderes establecidos para, captando la belleza que surge de la oscuridad y el sufrimiento, iluminar una obra pictórica transgresora y cautivadora… pionera.