La elección del director
Ridley Scott no fue precisamente la primera opción para ponerse al mando de Alien. El propio guionista de la cinta, Dan O’Bannon, fue uno de los primeros candidatos. Peter Yates, Jack Clayton, Robert Aldrich e, incluso, Robert Altman también sonaron como posibles directores, pero no fue hasta que los productores vieron Los duelistas, la ópera prima de Scott, que descubrieron el potencial del que éste hacía gala, por lo que la balanza se inclinó claramente a su favor. Irónicamente, a pesar de los buenos resultados de crítica y público de la película, el nombre de Scott no sonó para repetir su labor como director en las tres secuelas que siguieron. Sus sucesores, no obstante, fueron cineastas de peso: James Cameron, David Fincher y Jean-Pierre Jeunet.
Ripley, de hombre a mujer
El guionista Dan O’Bannon, junto a Ronald Shusett, que participó en la creación de la historia, concibieron todos los personajes de la película de un modo muy genérico, como hombres por defecto. Sin embargo, incluyeron una nota en el guion en la que se especificaba que la tripulación de la Nostromo era unisex y todos ellos eran perfectamente intercambiables por hombres o mujeres. De este modo, el personaje de Ripley pasó a llamarse Ellen. Meryl Streep rechazó un papel que, hasta poco antes de comenzar el rodaje, llegó a asignarse a Veronica Cartwright, quien finalmente interpretaría a Lambert. Sin embargo, el rol protagonista recaería definitivamente en una joven Sigourney Weaver cuya escasa experiencia pasaba por un personaje muy secundario en Annie Hall. Weaver lograría nominaciones a los Oscar y los Bafta, haciéndose con un Saturn Award por la segunda parte de la saga.
El génesis de la bestia
Ridley Scott buscaba una criatura que se alejara de todo lo que se había visto en cine. Debía ser algo nuevo y profundamente aterrador. De este modo entró en la producción el artista suizo Hans Ruedi Giger, fallecido el pasado mes de mayo. Giger llegó con inmejorables referencias por parte de Alejandro Jodorowsky y el ilustrador Jean Giraud, más conocido como Moebius. Había trabajado con el último diseñando los escenarios y personajes de la fallida adaptación de Dune que el primero intentó realizar en los setenta. Moebius formaba parte del departamento de arte de la cinta de Scott, a quien enseñó algunas ilustraciones del Necronomicon de Giger. Aquellos perturbadores diseños llevaron a Scott a ofrecerle a Giger la creación del alien en todas sus etapas vitales y la concepción de la nave en la que viajaba la tripulación.
Acogidas dispares
Joya incontestable de la ciencia-ficción cinematográfica y considerada en la actualidad una película de culto, Alien ha cosechado todo tipo de críticas desde su estreno en el año 1979, desde entusiastas como Carlos Boyero, que ensalza a Ripley como un «personaje digno del mejor Hawks», y Jordi Batlle, que opina que la cinta de Scott «redimensiona el terror» y ofrece «un acento adulto, culto, al género fantástico», a detractores como Derek Malcolm, que critica la escasa profundidad de los personajes, y Jonathan Rosenbaum, que la califica de «película de terror ‘cabezahueca’ con nada que destacar más allá de la dirección de arte con aires disco y una atractiva, si bien efectista, dirección de fotografía».
Prometheus, el universo se expande
Además del consabido montaje del director y la edición especial que festeja los 35 años de existencia de Alien, el universo de aquella mítica cinta al límite de la década de los ochenta se expandió en 2012 con el lanzamiento de Prometheus, una nueva incursión de Scott en la ciencia-ficción que tenía lugar en el mismo cosmos que la anterior. El nuevo trabajo, cuya secuela se prevé para 2016, se remontaba a los orígenes de la franquicia original para narrar de dónde surgió la bestia que aterrorizaba a los tripulantes de la Nostromo. Alabada y odiada a partes iguales, esta especie de precuela de Alien, con Noomi Rapace en un rol muy similar al de Weaver, si bien partía de la saga madre, sí tenía la intención de alejarse de ésta para abordar temas de mayor complejidad y misticismo como la creación.