1885, algún lugar de Francia. Eugénie (Juliette Binoche), la persona que lucha cada día para que arte y comida vayan de la mano, ha trabajado para el famoso gourmet Dodin Bouffant (Benoit Maginel) durante los últimos veinte años. Con el paso del tiempo, el faenar cada día codo con codo y la mutua admiración inevitablemente se ha ido transformado en una apasionada y romántica relación.
Su asociación ha dado lugar a platos únicos, capaces de satisfacer los paladares más exigentes, pero Eugénie valora su libertad y nunca ha querido casarse con Dodin. Ante su continuada negativa, él decide poner toda la carne en el asador y hacer algo que nunca había hecho antes: poner todo su saber al servicio de su sueño y cocinar para ella.
Como ha declarado el propio realizador, también son veinte los años que llevaba pensando en hacer una película sobre gastronomía. Tras muchas vueltas y consciente de que ese tema estaba muy trillado, alguien le habló de una novela escrita por Marcel Rouff en 1924. Aquel libro, La vie et la passion de Dodin-Bouffant, publicado en español como El epicúreo apasionado, ambientado en los años finales del XIX e inspirado en la vida del célebre cocinero Jean Anthelme Brillat-Savarin, le hizo ver que su próxima película afrontaría el reto de no ser otra más sobre cocinas y cocineros para reflejar lo que puede convertir lo culinario en un glorioso ejercicio.
Juliette Binoche y el tres veces ganador del César Benoît Magimel protagonizan el filme y despliegan oficio y una tierna complicidad, algo que resulta relevante si se considera que Binoche y Magimel fueron pareja y tras ser padres de una hija a principios de los 2000 vivieron una separación que en su momento los medios de comunicación calificaron como muy dolorosa y descarnada.
Su reconciliación también parece haberse cocinado a fuego lento. Por otra parte y para su puesta en escena, la película ha contado con el asesoramiento de Pierre Gagnaire, considerado en 2015 como mejor cocinero del mundo.
Tras su paso por Cannes, donde Tran Anh Hung ganó el premio a la mejor dirección, A fuego lento clausuró la Sección Culinary Zinema del Festival de San Sebastián, donde ganó el galardón a la mejor película.
Allí, al recoger su premio, el realizador confesó que desde siempre le han perseguido los «maravillosos olores y sabores de la cocina pequeña, sucia y siempre húmeda de mi madre. Cuando llegué a Francia conocí al sobrino de un ministro, lo que me abrió las puertas a las exquisiteces de la restauración que se cultivaba en distinguidas estancias. Había tanta belleza y riqueza, tal surtido de cubiertos, tres o cuatro vasos distintos, que fue un aprendizaje saber cuáles y cómo usarlos… Mi objetivo era crear un contexto de desafío como cineasta… Que el espectador conciba lo que ve como una celebración del hecho de estar vivo. De mirarse, de sonreír, de compartir mesa… La apuesta fue, por tanto, evitar hacer una película tediosa”.
Y lo logra. Dando al tiempo su tiempo brinda a los paladares un plato cinematográfico muy apetitoso. Que lo disfruten con sosiego. ¡Buen apetito!
A fuego lento
Dirección: Tran Anh Hung
Guion: Tran Anh Hung sobre la novela de Marcel Rouff
Intérpretes: Juliette Binoche, Benoit Maginel, Emmanuel Saliner, Galatea Bellugi, Patrick D´Assumçao
Fotografía: Jonathan Ricquebourg
Francia / 2023 / 134 minutos
Distribuidora: A Contracorriente Films