Cortos, mediometrajes, películas y series figuran en el currículo del veterano director y guionista vasco, que a lo largo de cinco décadas se dedicó a contar “historias sencillas que nos conciernen”. Una prolífica y exitosa trayectoria que la Academia de Cine reconoció con el Goya de Honor en 2010.
El entonces presidente de la institución, Álex de la Iglesia, llevó el galardón en persona a casa de Mercero pocos días antes de la gala. Durante la ceremonia, Ignacio y Antonio, los hijos del cineasta, dieron paso al vídeo que se grabó en su domicilio, uno de los momentos más emotivos y aplaudidos de la gala.
El autor de la célebre La cabina sumó el Goya a su galería de trofeos –Concha de Oro del Festival de San Sebastián, el Emmy de la Academia de Televisión de Nueva York y la Medalla de Oro de las Artes, entre otros–.
Manchas de sangre en un coche nuevo, Las delicias de los verdes años, La guerra de papá, Buenas noches, señor monstruo, El tesoro, Don Juan, mi querido fantasma, Espérame en el cielo, La hora de los valientes y Planta 4ª son algunas de las películas que llevan su firma, que rompió moldes al matar a Chanquete en Verano azul y también cuando grabó La cabina, protagonizada por José Luis López Vázquez, que se alzó con numerosos premios internacionales, entre ellos el Emmy. Mercero también dirigió Turno de oficio y Manolito Gafotas.
Pantalla grande… y chica
Licenciado en Derecho, Antonio Mercero ingresó en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas en 1959, donde se graduaría con el celebrado corto Trotín. Troteras (1962). Desde el inició de su carrera abordó tanto el cine como la televisión.
El éxito en la pantalla grande le llegará con La guerra de papá (1977), película de espectacular triunfo en taquilla, que lanza a la estrella infantil Lolo García. Su obra revela el intento de hacer un cine con estilo y tono propios, a medio camino entre la comicidad y la ternura, destacando Espérame en el cielo (1987) –protagonizada por José Soriano, José Sazatornil y Chus Lampreave–, fábula sobre el franquismo a través de la figura de un supuesto doble de Franco y Don Juan, mi querido fantasma (1990), peculiar revisión del mito en clave fantástica.