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‘Ágora’ sí, pero hay mucha más vida

Esta mujer respondía por el nombre de Hipatia, era hija del Teon, uno de los ilustres del lugar, fue una defensora a muerte -finalmente sería desollada-, de la mítica Biblioteca de Alejandría; de la sabiduría que transmitía en el Ágora a alumnos incondicionales entre los que se contaba futuros pretores y obispos.

Hablamos, y hasta aquí, de lo que refleja Ágora, la película de la que no podemos dejar de oír hablar desde hace semanas. Film interesante con enorme despliegue de medios y un ejercicio “marketiniano” sin precedentes en nuestro país. Pero después de Ágora hay mucha más vida en las pantallas españolas y el maremoto de esta película puede eclipsar (por introducir un término que suscribiría Hipatia) a propuestas tan o más interesantes.

El secreto de sus ojos

También se ha hablado de El secreto de sus ojos, del argentino Juan José Campanella, y Malditos bastardos, del peculiar Tarantino, dos propuestas muy distintas que, en especial la primera, constituyen un homenaje al mejor cine que hoy pueda verse. Porque la película de Campanella, sobre la que gravita lo dramático y la abiertamente cómico, es un ejemplo de excelente cine. Lo es por la riqueza de personajes, por la calidad de los intérpretes (con un Ricardo Darín dando una auténtica lección de oficio), por el equilibrio entre lo sórdido y lo ingenuo que la vida tiene cuando los personajes se mueven en situaciones extremas.

De la de Tarantino cabe decir que no defrauda ni un segundo en esta historia ambientada en el desmadre nazi y en un grupo de la resistencia que utiliza unos medios no menos desmadrados. Merece la pena el conjunto.

Pero mucho menos de lo que en justicia correspondería se ha hablado de propuestas, sobre alguna de la cuales volveremos, tan diversas y tan interesantes como Destino: Woodstock; ¡El soplón!; Jennifer´s body; Katin; Ocean World; Moon; Paris o la extraordinaria y en parte polémica, porque claramente suscita división de opiniones, Los límites del control, que aunque pueda llegar a tildarse por algunos de tomadura de pelo, en opinión de quien escribe, es un auténtico peliculón.

Aunque sea muy brevemente y en el ánimo de llamar la atención más allá de la hipermencionada Ágora, cabe decir que en Destino: Woodstock el chino-americano Ang Lee vuelve a demostrar lo que lleva dentro, un director grande, para fijarse ahora en el mítico concierto y hacerlo desde una mirada tangencial dejando en una nebulosa el concierto en sí, para centrase en historias aparentemente menores que rodearon el momento. De esta forma se nos cuenta, con inteligencia y saber hacer sobrados, uno de las fases estelares de la revolución que desde allí impregnó a los jóvenes de cualquier latitud.

Jennifer´s Body confunde ya desde el título. Confunde también que la protagonice la exuberante Megan Fox (que demuestra ser una actriz a la que, cuerpo aparte, hay que seguirle los pasos muy de cerca). Esta historia de chica guapa, engreída y pasota, poseída por un demonio que la convierte en una adicta al sexo y la sangre tenía todos los ingredientes para convertirse en una mala opción televisiva. Nada más lejos. La directora neoyorquina Karyn Kusama, que logró en 2005 el Gran Premio del Jurado en el Festival de Dauville con Girlfight, logra una sátira de la actual sociedad que no tiene desperdicio.

Tampoco lo tiene Katin, el durísimo regreso del gran polaco Andrezj Wajda que a sus ochenta largos años nos perfora el corazón a través del drama de Polonia a partir de la Segunda Guerra Mundial.

En esta ocasión lo que narra lo hace de primera mano pues su propio padre fue uno de los 15.000 oficiales asesinados por los soviéticos. Un terrible episodio del que la historia erróneamente hizo responsable a los nazis. Con mano sabia, Wajda nos acerca los hechos de este conmovedor drama colectivo focalizándolo en el íntimo dolor de los familiares de aquellas víctimas.

Y entre las llamadas de atención sobre lo que las pantallas nos dejan es estos días no puede pasar desapercibida la última entrega de Jim Jarmusch. Los límites del control, rodada en gran parte en Madrid, (el director confiesa su fascinación por el edificio madrileño Torres Blancas), nos sume en las peripecias de un extraño tipo que, casi siempre al margen de la ley, llega a España para terminar uno de sus “trabajitos”. La película cuenta con la participación de Luis Tosar, Isaac De Bankolé, Oscar Jaenada, Bill Murray, Gael García Bernal y la siempre enigmática Tilda Swinton. A riesgo de que les resulte disparatada, ¡no se la pierdan!