“Estoy abrumada y sorprendida. Pensé que se habían equivocado porque estoy desconectada del cine. Reconforta mucho sentir que la familia del cine me aprecia y valora. Me hace muy feliz la medalla al lado de Juan Diego, que es mi padrino, porque a los 16 años, cuando empecé en la serie Segunda enseñanza, hablaba mucho conmigo, me daba consejos, me regalaba libros de Stanislavski…”, declaró la actriz minutos después de conocer la noticia.
Hija de italiana, debutó en el cine de la mano de José María Forqué en Romanza Final (Gayarre), y dos años después, en 1988, su carrera despegó con Bajarse al moro. A punto de encarnar a la Medea de Séneca en Mérida, esta actriz nacida en Roma sigue esperando personajes interesantes, complejos y ricos que, al abordarlos, le permitan saber un poco más sobre qué hacemos aquí, y continúa implicada en proyectos que, vengan de donde vengan, le ilusionen y le ayuden a crecer.
La que fue la primera mujer en presidir la Academia de Cine ha participado en numerosas películas y ha rodado en inglés, francés e italiano: Remando al viento, El pájaro de la felicidad, Un paseo por las nubes, La camarera del Titanic, Celos, El maquinista, La puta y la ballena, Maktub o El club de los incomprendidos.
Fundadora de la compañía de teatro Strion, la que fue La Regenta de Méndez Leite cuenta con un largo recorrido en la gran pantalla, la escena y la televisión –uno de sus últimos trabajos ha sido Velvet.
Exitosa carrera
La solidez de Juan Diego (Sevilla, 1942) se demuestra en cuanto cae en sus manos un personaje de enjundia. El papel de actor en decadencia de Vete de mí, el de Padre coraje, el de Franco en Dragón Rapide… Juan Diego no se cansa de dar las gracias por vivir de una profesión en la que lleva más de cinco décadas. “Estoy muy contento con la medalla y me gusta mucho que sea para Aitana y para mí, porque así se disfruta mucho más de los premios. En estas situaciones siempre piensas que hay personas que se lo merecen más que uno, pero esto es una suerte, nunca sabes por qué te ha tocado a ti. Una vez más se lo debo a mi buena estrella y al cariño de los compañeros”, expresó el comprometido y camaleónico intérprete.
En racha desde hace unos años en que su trabajo se ha visto reconocido con tres goyas, una Concha de Plata y un homenaje en el Festival de Málaga, entre otros reconocimientos, este veterano profesional cuya última aparición en el celuloide ha sido Anochece en la India, ha trabajado con Luis García Berlanga (París-Tombuctú), Carlos Saura (La noche oscura y El séptimo día), José Luis Garci (You’re the one), Bigas Luna (Jamón jamón), Imanol Uribe (El rey pasmado) o Manuel Gutiérrez Aragón (La vida que te espera).
Todo es silencio, Insensibles y Lope también son títulos del que fue en televisión uno de Los hombres de Paco y que sigue muy ilusionado y esperando lo de siempre, “seguir trabajando y tener en mis manos buenos guiones”.
Durante toda su carrera ha alternado los tres medios, y en el cine traspasó fronteras con Los santos inocentes (1984), de Mario Camus, adaptación cinematográfica de la obra de Miguel Delibes en la que encarnaba magistralmente al señorito Iván.