El Premio Nacional de Cinematografía lo concede el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), organismo adscrito al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y está dotado con 30.000 euros.
Ángela Molina nace en Madrid. Tercera de los ocho hijos del cantante y actor Antonio Molina, sus hermanos Paula, Miguel, Mónica y Noel también se dedican a la interpretación y a la música. Su hija Olivia Molina es igualmente actriz.
Estudia ballet clásico, danza española y Arte Dramático en la Escuela Superior de Madrid. Luis Buñuel la elige en 1977 para protagonizar, junto a Fernando Rey, Ese oscuro objeto del deseo, película que le proporciona renombre internacional y le abre las puertas de la cinematografía europea. En ella exhibe un temperamento vivo y enigmático, que luego trata de combinar con su aspecto dulce y suave. Buñuel afirma de ella que posee “el rostro de una virgen pagana”, afianzando así el mito de mujer instintiva y pasional que conserva en su mirada cierto primitivismo.
En la década de 1980 se convierte en rostro habitual de la gran pantalla, reafirma su presencia en España y la amplía en Francia e Italia, con incursiones en el cine alemán y norteamericano. Habla varios idiomas, por lo que a menudo no necesita ser doblada.
Una fructífera colaboración con el director Manuel Gutiérrez Aragón afianza su carrera y ahonda en su potencial dramático mediante papeles principales en Camada negra, El corazón del bosque, Demonios en el jardín y La mitad del cielo, obras que componen un retrato alegórico de la España ominosa del franquismo y en las que la ideología, el núcleo familiar y la presencia femenina cobran especial importancia. “Esas películas marcaron mi alma y mi forma de trabajar”, diría más tarde la actriz.
En 1985 se le concede el Gran Premio de la Crítica de Nueva York y en 1986 recibe el David de Donatello que otorga la Academia de Cine de Italia por la película Camorra: Contacto en Nápoles. Se convierte así en la primera actriz extranjera galardonada por una producción italiana, imponiéndose a Giulietta Masina y a la noruega Liv Ullmann. Por el mismo trabajo gana el premio Nastro d’argento que entregan los periodistas cinematográficos italianos.
En 1986 consigue asimismo la Concha de Plata a la mejor actriz por La mitad del cielo en el Festival de San Sebastián, siendo también nominada en la primera edición de los Premios Goya. La exitosa carrera de la actriz ha seguido cosechando éxitos nacionales e internacionales en cine, teatro y televisión.
El jurado ha estado presidido por Lorena González Olivares, directora general del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales; y Guadalupe Melgosa, subdirectora general de Promoción y Relaciones Internacionales del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, ha actuado como vicepresidenta. Como vocales, han estado presentes, a propuesta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Manuel Cristóbal Rodríguez; por la Unión de Actores y Actrices, José Ángel Ruiz González; por Autores Literarios de Medios Audiovisuales, Ignacio José del Moral Ituarte; por la Confederación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE), María Consuelo Loureiro Vilarelle; por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), Cristina Andreu Cuevas; por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, Pilar Martínez-Vasseur, Yolanda Flores Remón, Antonio del Real y el galardonado en la anterior convocatoria, Fernando Rodríguez Trueba.