Con el permiso de los pájaros, caen dos de un tiro: fomentar hábitos de salud entre los más jóvenes y hacerles ver que, además de series y videojuegos, hay más vida en las pantallas.
Los impulsores hablan de la diversidad de los aspectos abordados. Que todos tienen en común la búsqueda de nuevos enfoques didácticos para plantear al alumnado una reflexión y una maduración crítica en torno a su vida cotidiana y sus problemas de salud. Que las experiencias vividas, y ahora recogidas en libro, son un buen exponente de la capacidad de innovación del profesorado para responder a los retos de la educación en la sociedad actual. Lo son.
Terror
El ciclo abordó el terror y su percepción valiéndose, entre otras, de Blood Feast, que narra a trompicones las tropelías de un cocinero de alimentos exóticos y adorador de la diosa egipcia Ishtar a la que intenta reencarnar a través de un ritual milenario para el que se necesitan órganos humanos femeninos. Por primera vez en la historia del cine, los asesinatos del trastornado cocinero, que incluyen una puñalada en pleno ojo o la amputación de la lengua, son mostrados de forma explícita.
Puede resultar chocante pero el propio director H.G. Lewis contaba que en su día y ante una audiencia de jóvenes difíciles: “Comenzó la película y todos los chavales estaban gritando, berreando, destrozando los asientos, tirando bolas de papel a la pantalla… hasta que llegó la escena de la lengua. Entonces todo lo que veía era un montón de ojos en blanco”. Fue arriesgado pero el modelo creó escuela. También se analizó el miedo a través de La matanza de Texas, La noche de Halloween y, entre otras, Viernes 13.
Aulas en conflicto
Por los ojos y la percepción de los alumnos han pasado propuestas sobre aulas en conflicto, como Diarios de la calle que, basada en situaciones reales, plantea la lucha de la profesora californiana Erin Gruwell que, a través de cine y lectura, rescató del mundo intransigente y violento de las bandas callejeras a buen número de jóvenes.
Sirvieron también como herramientas para la reflexión El club de los poetas muertos, Rebelión en las aulas, Mentes peligrosas, Hoy empieza todo, Los chicos del coro y la reciente La clase, con la que Laurent Cantet se ha apuntado un más que meritorio tanto apostando por el sentido común, no por la amenaza o la imposición, para contarnos que el entendimiento entre profesores y alumnos es posible aún en las situaciones más complejas.
Autoestima y convivencia
Siempre desde la pantalla y con la intención de proporcionar elementos de reflexión que cuelgan de lo que la película cuenta, también la autoestima (dimensión personal), la convivencia pacífica y los entornos saludables (dimensión ambiental) han sido objeto de atención preferente en el ciclo. Para ello cintas como En busca de la felicidad han puesto ante los alumnos aspectos y valores indispensables de la vida humana, (como la familia, el trabajo y la felicidad), que influyen en la realización personal, orientan decisiones y configuran lo más íntimo de nuestro ser.
Aquel padre que sobrevive sin colchón económico alguno y, a pesar de tener que desalojar el piso que ocupa con su familia y verse obligado a recurrir a centros de acogida, estaciones de autobús o cualquier otro refugio para pasar la noche, mantiene el tipo. Pese a que viene la vida de revés, continúa buscando la felicidad, cumpliendo sus obligaciones como padre y, sin derrumbarse, fomentando el afecto y la confianza que su hijo ha depositado en él. Buen ejemplo para hablar de tolerancia y autoestima.
El valor de una iniciativa
Ha habido más películas y más temas. Pero con las muestras apuntadas queda claro el valor de esta iniciativa que permite, desde una mirada didáctica y distinta, que unos y otros (alumnos y profesores) intercambien puntos de vista sobre los valores y contravalores que la vida, (vía cine), nos plantea.
Todos contentos. Prueba también conseguida de cara a que los alumnos asuman que salud es la capacidad de desarrollar el propio potencial personal y responder de forma positiva a los retos del ambiente y que la promoción de la salud es el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud y sus determinantes para mejorarla. Una vez más queda claro que lo que el cine nos muestra, se llama vida.
Al salir de las aulas-cine, flotaba en el ambiente aquella confesión del gran Billy Wilder: «Todas mis películas tienen un mensaje, pero como si fuera una medicina, lo cubro de chocolate. Así todo el mundo se lo traga tan contento».