En esta ocasión, y con la percha de una historia de perseguidores y perseguidos y a través de cine de altura, el espectáculo destila crepúsculo y desarraigo.
En Texas, los hermanos Tanner (Ben Foster), que acaba de salir de la cárcel, y Toby Howard (Chris Pine), divorciado y padre de dos hijos, al no poder hacer frente a la hipoteca que el banco les reclama, están a punto de perder la granja que heredaron de su padre, lo único que tienen y aquello por lo que han luchado toda la vida.
Para intentar salvar la situación deciden vengarse de quienes les presionan y atracar los bancos de la zona en el menor tiempo posible. Tienen un problema: no son profesionales y en su carrera contrarreloj sienten cada vez más próximo el aliento de Marcus Hamilton (Jeff Bridges), un viejo comisario de los Rangers que no se da por vencido tan fácilmente.
La emoción del «voy a por ti y no cejaré hasta que lo consiga» es tan vieja como la historia del celuloide, pero el modo de contarlo convierte a esta persecución poblada de las triquiñuelas de perseguidores y perseguidos en un ejercicio que trasciende la mera acción para ofrecer un punto de vista de mucho interés sobre el ser humano y sus límites. Además de reflexionar sobre el valor de los reencuentros y el estado de las cosas en momentos en los que la economía no vive, en general, su época más dorada.
Como el propio director escocés apunta: «Vivimos en una época que da miedo. Los bancos se aprovechan del sueño de la gente de tener un hogar. Les enganchan con las hipotecas y los mantienen atados para el resto de sus vidas. Es un sistema lamentable que está arruinando a muchas personas y a comunidades enteras».
Comanchería va de eso y más, porque es mucho más que un simple thriller ambientado en el Oeste, aunque el paisaje juegue papel clave en una historia que transpira nostalgia y nos deja en la boca el regusto del polvo de los escenarios texanos en los que esta magnífica propuesta se desarrolla.
Dirección: David Mackenzie
Guion: Taylor Sheridan
Intérpretes: Jeff Bridges, Chris Pine, Ben Foster, Gil Birmingham, Katy Mixon
Fotografía: Giles Nuttgens
Música: Nick Cave, Warren Ellis
Estados Unidos / 2016 / 102 minutos