La acción sigue al joven pero talentoso Arthur Vlaminck, de quien no conocemos exactamente su formación o bagaje pero sabemos que es bueno, lo suficiente como para que el ministro de Asuntos Exteriores francés, Alexandre Taillar de Vorms, cuente con él para formar un equipo de élite que lidie con los problemas globales de un mundo convulso. Arthur se hará cargo de redactar los discursos del ministro. No parece una tarea especialmente complicada en un primer momento pero el recién llegado se dará cuenta muy pronto de la jaula de grillos que es el Gobierno de su país y lo complicado que va a tenerlo para progresar en medio de la vorágine de la vida política.
Aunque tiene lugar en Francia, es imposible no sentir como algo propio el jaleo, el desorden, la ineptitud y los tejemanejes que Arthur vive en el ministerio durante sus primeros días trabajando allí. No situar la acción en un tiempo concreto y hablar de países inexistentes da una libertad extra a la cinta para explorar situaciones que jamás tuvieron lugar y construir personajes memorables sin tener que pedirle perdón a nadie.
Cómic en movimiento
Estas pizcas de irrealidad permiten que Crónicas diplomáticas se asemeje a un tebeo, otorgándole una dimensión casi fantástica, original y desmelenada. Los países inventados recuerdan a Tintín, icono del cómic francobelga, las onomatopeyas están a la orden del día, sobre todo cuando el ministro se expresa o da portazos, y el montaje, sobre todo en una secuencia concreta, se inspira en las viñetas de tebeo para dar velocidad a la narración.
Tal vez el mejor ejemplo de cómo la historieta impregna la película está en uno de sus protagonistas. El ministro Taillar de Vorms, interpretado por Thierry Lhermitte, es una caricatura extrema, gesticulante y absolutamente incompetente, capaz de teletransportarse de un lugar a otro del ministerio en cuestión de segundos. Por supuesto, esta es una historia ficticia y cualquier parecido con la realidad, con eventos que sucedieron y personajes verdaderos, es pura coincidencia. Suponemos.
Crónicas Diplomáticas. Quai d’Orsay
Dirección: Bertrand Tavernier
Guion: Antonin Baudry, Christophe Blain, Bertrand Tavernier
Basado en el cómic Quai d’Orsay de Budry y Blain
Intérpretes: Thierry Lhermitte, Raphäel Personnaz, Niels Arestrup, Julie Gayet
Música: Philippe Sarde
Fotografía: Jérôme Alméras
2013 / Francia / 113 minutos
Golem Distribución