El éxito obtenido por El triunfo de la voluntad, el documental sobre el partido nazi y Adolf Hitler rodado por Leni Riefensthal, sentó las bases del cine propagandístico. Un género inexplorado hasta los años treinta que tiene en esta película de producción alemana su mejor exponente en palabras del mismísimo Frank Capra.
Hitler quería ensalzar su figura, demostrar a su pueblo y al mundo entero el poderío alemán y para ello dio a Reifensthal un presupuesto ilimitado. El resultado fue una superproducción de seis días de rodaje que tardó cinco meses en montarse. «Conquistaron países solo enseñando esta película», asegura Frank Capra en Directores en guerra [1].
Dirigido por José Cabanach, este documental repasa la trayectoria bélica de cuatro grandes nombres del cine clásico. John Ford, Frank Capra, John Houston y William Wyler no solo rodaron algunas de las mejores películas de propaganda de la guerra, si no que lo hicieron sobre el terreno, junto a los soldados, poniendo en peligro su vida –cuando volvieron a casa la mayoría lo hicieron con heridas de guerra– para hacer entender al mundo cómo es una guerra.
La ‘trampa’ de la batalla de Túnez
El documental de Cabanach, montado con imágenes de entonces, cuenta con el valioso testimonio en primera persona de Frank Capra y está plagado de anécdotas. Como que tras rodar una de las batallas en el continente africano el material se perdió al ser hundido el barco que lo transportaba a Inglaterra y tuvieron que recrear algunas de las escenas en EE.UU. por no querer reconocer ante el alto mando la pérdida de los originales. Al final acabaron pidiendo su colaboración a los británicos, que sí tenían imágenes reales, y así surgió la primera coproducción bélica, La victoria de Túnez.
Capra cuenta cómo fue invitado por George Marshall a sumarse a la causa tras el ataque japonés a Pearl Harbour. Lo primero que hizo el director de ¡Qué bello es vivir! fue verse El triunfo de la voluntad. De su cámara salieron siete documentales titulados ¿Por qué luchamos?
El presupuesto y los recursos eran limitados, no como en el caso de Riefensthal, así que tuvo que ingeniárselas para sacar el proyecto adelante. Cierto es que contó con la colaboración de gran parte del mundo de Hollywood, concienciado con la causa tras el ataque japonés. La Fox le cedió un estudio, Disney mandó a sus dibujantes para los mapas usados en el primero de los documentales y en mayor o menor medida el resto de estudios se implicaron. Preludio a la guerra, el primero de la serie, ganó el Oscar al Mejor Documental.
Vidas en peligro
William Wyler, nacido en Alemania y que emigró con 19 años a Estados Unidos, se enroló en las Fuerzas Aéreas en el 42 y rodó dos documentales. No fue fácil y en más de una ocasión su vida corrió serio peligro al rodar en pleno combate aéreo, llegando a perder la audición en el oído derecho.
Le prohibieron volar y se saltó la prohibición, además de financiar alguno de los proyectos con su propio dinero. John Ford, que llegó a ser herido mientras rodaba La batalla de Midway en el Pacífico, recuerda que los movimientos espasmódicos de la cámara durante las escenas de batalla eran imposibles de evitar. Algo que comenzó siendo inevitable debido a las circunstancias de rodaje se convirtió después en una técnica cinematográfica para dotar de mayor realismo a las escenas de guerra.
El documental prohibido
Otro de los directores que participó en la contienda fue John Huston. El más famoso de sus trabajos fue Let There Be Light, prohibido durante décadas. En él, Houston contaba la experiencia de un grupo de soldados que participaron en la guerra contando los traumas que habían sufrido y que padecían. Tal era el impacto de sus testimonios, que la película fue prohibida por el ejército y no pudo proyectarse hasta 1980.
El documental de Cabanach está plagado de referencias históricas, cinematográficas y anécdotas contadas por sus propios protagonistas, que dan una idea de la importancia que la participación de estos directores salidos del sistema hollywoodiense tuvo en el desarrollo y desenlace del conflicto. Pero no solo se trata de lo que significó históricamente su participación, también lo qué supuso para ellos. Qué les motivó a unirse a las Fuerzas Armadas Estadounidenses y cómo afrontaron su reincorporación a Hollywood tras aquella experiencia. Todos siguieron haciendo cine, pero la guerra les cambió y marcó sus futuros trabajos.
Maratón de cine bélico en TCM
TCM emite la noche del domingo Directores en guerra como colofón a un mes de programación especial dedicada a este tema. Además, para esta última jornada del ciclo, el canal tiene previsto un maratón de cine bélico que comenzará con La carga de la brigada ligera a las 8.25 h y terminará con Directores en guerra a las 22.00 h. Entre estos dos títulos, Los violentos de Kelly, Los cañones de Navarone, Días de gloria, La colina, Objetivo: Birmania y Fear and Desire.