Ganadora allí por donde ha pasado -Concha de Oro en San Sebastián 2013; FIPRESCI de la Crítica; Especial del Jurado en Tesalónika; Mejor Dirección y Guion en Mar de Plata y en Viña del Mar; Guion en el Torino Film Festival…-, Pelo malo rezuma verdad.
Junior es un chaval de 9 años, guapo, mulato y coronado por una cabellera ensortijada, obstinadamente rizada, de la que reniega. Quiere a toda costa alisarse el pelo para lograr la lacia melena de los cantantes de moda y hacerse como tal -con el alisado de los artistas famosos- la foto para la escuela.
En su intento choca con el rechazo de su madre, una mujer agobiada por una vida sin luces en la que la soledad y la falta de recursos le dibujan un gesto permanentemente agrio y un trato absolutamente falto de afecto hacia su hijo. Es ahí, en esa relación quebrada pese a los conmovedores esfuerzos de Junior, donde la película coge vuelo y dibuja temas cruciales que confluyen en un crudo denominador común: la realidad aplasta las opciones. Enmaraña y se lleva por delante los sueños.
Rechazo
Mientras Junior busca el verse y sentirse guapo, no sólo, y ahí se desprende otra de las “capas de cebolla” de este relato lleno de subterfugios, por la belleza en sí, sino buscando también el cariño de su madre, ella lo rechaza de una forma más expresa cada vez y se muestra más intolerante con la obsesión del hijo. Finalmente Junior se verá obligado a tomar una dolorosa decisión.
Rondón ha logrado un cuasi-documento sobre la desolación que llega y convence. Se sirve para ello de actores que aportan absoluta credibilidad a lo que vemos -especialmente los niños Samuel Lange y Emilia Sulbarán, el protagonista y su pequeña amiga, y Samantha Castillo, la madre- y escenarios demoledores, reales, como el inmenso bloque en el que viven hacinados los menos favorecidos de las megaciudades, entre los que se cuentan los seres que pueblan Pelo malo.
Pelo malo
Dirección y guión: Mariana Rondón
Intérpretes: Samuel Lange, Samantha Castillo, Beto Benites y Nelly Ramos
Fotografía: Micaela Cajahuaringa
Música: Camilo Froideval
2013 / Venezuela / 93 minutos