Daaaaaalí!, puramente daliniana

El hilo conductor de la historia es simple, algo de lo que el conjunto no se resiente en absoluto. Nos sitúa ante una joven periodista obsesionada con entrevistar al artista. Pero por unas u otras causas, casi siempre relacionadas con el peculiar y caprichoso, así lo presenta el filme, carácter del artista, su propósito se trunca. En definitiva, el proyecto no llega nunca a realizarse. 

Dalí no tiene para Dupieux una sola cara. De hecho se la prestan cinco actores diferentes: Gilles Lellouche, Edouard Baer, Jonathan Cohen, Didier Flamand, Pio Marmaï y Romain Duris. En el papel de la reportera frustrada figura una de las musas de cineasta galo, Anaïs Demoustier, que firma con ésta su cuarta colaboración con el realizador.

En ese juego de caras cambiantes, en el que el denominador común es el bigote del artista, en esa especie de flirteo con el absurdo, la película cobra dimensión. Rostros cambiantes para situaciones cambiantes que juegan siempre con el desconcierto.  

Quentin Dupieux, profesional multifacético que bajo el pseudónimo de Mr. Ozio también ejerce como músico electrónico, ha señalado que en la génesis de su película, a la hora de enfocar el guion e iniciar el rodaje, «me conecté con la conciencia cósmica de Salvador Dalí y me dejé guiar con los ojos cerrados».

El resultado fragua en el que acaso sea su proyecto más ambicioso y personal, un sentido homenaje a la icónica figura de quien, transgresor, excéntrico y provocador, dejó escrito: «Las consecuencias del arte moderno contemporáneo radica en haber llegado al máximo de racionalización y al no va más del escepticismo. Hoy en día, los pintores jóvenes modernos no creen en nada. Es perfectamente normal que, cuando no se cree en nada, se acabe pintando apenas nada, que es poco más o menos el caso de toda la pintura moderna, incluida la pintura abstracta, esteticista…».

Daaaaaalí! fue galardonada por unanimidad con el Premio de la Crítica en el BCN Film Fest. Entusiasmará a muchos, defraudará a no pocos, especialmente a quienes esperaban un largometraje biográfico, pero, en cualquier caso, estamos ante una propuesta que, con su punto delirante, encierra un más que notable interés.