De la infidelidad y sus consecuencias

Sophia es profesora de Filosofía en la Universidad de Montreal y vive con Xavier desde hace una década. Su plácida existencia dará un vuelco el día que conoce a Sylvain, el carpintero encargado de remodelar el acogedor chalet que la pareja ha comprado en el bosque, un individuo tosco que lleva una solitaria vida en el campo.

Desde el primer momento, ambos se sienten profundamente atraídos y se entregan a una pasional y secreta relación. Pero son muy diferentes. Sophia y su familia atesoran una rica formación intelectual, mientras que Sylvain y su entorno provienen de un estrato social mucho más humilde.

Aunque los opuestos se atraen, la cuestión es por cuánto tiempo. El hecho es que Sophia, tras haberse abandonado a sus impulsos románticos, comienza a revisar sus propios valores y aspiraciones.

Simple como Sylvain, el tercer largometraje como directora y guionista de Chokri, en el que también se reserva un papel como actriz, logró el César a la mejor película extranjera, imponiéndose a otras nominadas tan sólidas como Oppenheimer, Perfect Days o Fallen Leaves y, además, supuso una de las sorpresas del pasado Festival de Cannes.

Con elegancia, pero sin eludir la complejidad del tema que aborda, la película planea esa realidad que apunta a que las diferencias sociales y culturales levantan barreras difíciles, muy difíciles de salvar.