En el plano secuencia del inicio, un brutal accidente. En ese coche viaja como acompañante Davis Mitchell (Jake Gyllenhaal), un joven economista al que la vida ha convertido en un triunfador y que resulta ileso tras la colisión. Conduce Julia, su mujer; ella muere.
Superar destrozando
Tras esa desaparición Davis trajina con la soledad y en el intento de superar un shock del que no acaba de salir encuentra alivio en desmontar y destrozar todo aparato, mueble, objeto, etc. que se le pone por delante. Ante sus ojos todo es susceptible de ser demolido.
Transcurren los días mientras se esfuerza en descubrir qué es lo que en su vida aparentemente «feliz» hasta que sobrevino la tragedia no funcionaba. No acepta la ayuda de nadie, ni siquiera la de su suegro (Chris Cooper) y compañero de trabajo que una vez y otra intenta inútilmente echarle las manos que precise. Nada funciona.
Nadie le sirve hasta que accidentalmente, en un giro del guión muy original, comienza a escribir cartas de reclamación a una compañía de máquinas expendedoras de bollos y bebidas, en las que no solamente expresa su queja por el mal funcionamiento del servicio, sino que revela intimidades y hace públicas confesiones personales. Esas cartas llaman la atención de Karen Moreno (Naomi Watts), encargada del departamento de atención al cliente que contacta con David. Entre ambos surgirá una relación atípica, cargada de emociones, de sombras, de luces.
En la Black-List
Hollywood no esconde su famosa Black-List, en la que duermen aquellos guiones que han captado el interés de la industria cinematográfica pero que nunca han sido producidos y, por tanto, nunca han llegado a convertirse en película. En esa caja de sorpresas llevaba años Demolición, un guion firmado por Bryan Sipe que llamó la atención de Jean-Marc Vallée, el cineasta canadiense que se había ganado el respeto de todos con apuestas tan decisivas como C.R.A.Z.Y. y Dallas Buyers Club.
En sus manos y con la decisiva aportación de Gyllenhaal, bien secundado por la Watts, Demolición va ganando enteros a medida que vamos acompañando al protagonista en su dolor, en su intento de superarlo, en su peculiar forma de volver a abrirse a la vida.
No es una película para dejar a nadie indiferente: son muchas las emociones que están en juego.
Dirección: Jean-Marc Vallée
Guion: Bryan Sipe
Intérpretes: Jake Gyllenhaal, Naomi Watts, Chris Cooper, Judah Lewis, Polly Draper
Fotografía: Yves Bélanger
Estados Unidos / 2015 / 101 minutos