«Cuando me llamó Chema mi primera respuesta fue no. Un no muy grande. Pero la idea no paraba de revolverse en mi cabeza. Me preguntaba: ¿Quiero arrancar este viaje a mis recuerdos ahora tranquilos? ¿Qué gano yo con todo esto? Yo, que peleé a muerte por salvaguardar mi vida privada, no sé ahora qué partes querría dejar al aire para que los espectadores descubriesen desde la distancia». Así lo comentó la actriz en el coloquio con el que se presentaba el documental en la Academia de Cine, institución de la que la actriz, que confesó no haber visto todavía el largometraje, fue una de las fundadoras.
Pero al final cedió y en Me cuesta hablar de mí María del Rosario López Piñuelas –Charo López (Salamanca, 1943)– reconstruye por primera vez el relato de su carrera y de su vida. Desde su ciudad natal hasta la actualidad, dejando constancia de los logros y adversidades que la han llevado a mantenerse casi sesenta años como una de nuestras primeras actrices.
«Nada de esto hubiera sido posible sin su asombrosa capacidad de reinvención, su determinación y su tremenda vocación de actriz. Es evidente que ha sido una pionera, una mujer que en los años setenta y ochenta nunca cedió a nada de lo que no quiso hacer. No persiguió la fama sino ser una excelente profesional y trabajar en buenos proyectos», comentó De la Peña.
Contrapeando tiempos y hechos en la existencia de la protagonista, el documental refleja su azarosa llegada al cine en los 60, la oportunidad de hacer de Virgen María con Buñuel en La Vía Láctea, una oportunidad que se frustró por la presión de los sindicatos cinematográficos franceses, su paso por los spaghetti western y el cine del destape en los 70, el éxito en los 80 (Fortunata y Jacinta, Los gozos y las sombras, Los Pazos de Ulloa) en la etapa de oro de la series televisivas, su reconocimiento en Cannes de la mano de Gonzalo Suárez, su aventura teatral en Argentina, su Goya en 1997 por Secretos del Corazón o la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2008.
Charo López, además, se reveló como icono erótico de toda una generación, demostrando que fuerza, belleza e inteligencia es un cóctel que pocas actrices pueden ofrecer. Cada paso que ha dado lo ha hecho sin dejar jamás de ser dueña de sus propias decisiones y plantando cara a prejuicios e incomprensiones, convirtiéndose en la punta de lanza de toda una generación de mujeres que en los 80 comenzó a conquistar el espacio que le pertenecía en la sociedad y en el arte.
A través de este viaje cinematográfico se irán encajando todas las piezas que permiten descifrar el misterio que rodea a esta actriz que ha ganado la batalla al tiempo… Aunque, como evidencia la propuesta, tratándose de Charo López su misterio nunca será completamente desvelado.
Para Chema de la Peña, «el nombre de Charo López está asociado a mi infancia salmantina. Con apenas ocho años pasaba por delante de la casa de Charo. Mi madre, que conocía a la familia de la actriz, repetía con admiración: ‘Aquí vive la actriz Charo López’. Pero no fue hasta principios de los 80 que por fin pude ponerle rostro a su nombre. En casa eran de visión obligatoria las series donde ella actuaba como Los gozos y las sombras, Fortunata y Jacinta, Los pazos de Ulloa… Me fascinaba sentir que una actriz que salía en la tele vivía y paseaba por las mismas calles y plazas por las que yo crecía».
«Fue en 1985 cuando todo dio un giro. Acudí al estreno de Los paraísos perdidos de Basilio Martín Patino en el Cine Bretón de Salamanca. Allí por primera vez la vi en persona. Descubrí en ella a la niña que había crecido corriendo y jugando por las plazas de Salamanca y al tiempo a esa mujer que salía rodeada de aplausos tras inundar la pantalla con su presencia hipnótica y su voz grave y emotiva. Vi que el sueño era posible, que yo podría algún día dedicarme al cine y ser director».
Y al hablar de la génesis del documental, su realizador añade: «Quise echar la vista atrás y redescubrir su impresionante trayectoria. Desde los 60, en el franquismo, pasando por la transición, la edad de oro de las series que tanto le debe, la época Miró, su fulgurante revelación teatral, sus trabajos con Almodóvar, Gonzalo Suárez, Basilio Martín Patino… A lo largo del proceso de investigación se fue desplegando ante mí una personalidad de incontables contornos y matices que configuran a una mujer apasionante con una carrera jalonada de éxitos, reinvenciones y saltos adelante. Una vida en cuyo telón de fondo se proyectan más de cincuenta años de cine, televisión y teatro, a lo largo de los que se pueden rastrear las huellas de su profunda alma de actriz».
Me cuesta hablar de mí evidencia que el objetivo ha sido alcanzado y, aunque le cueste, Charo López habla sin tapujos para hacernos partícipes de su vida y de su apasionante trayectoria.
Me cuesta hablar de mí
Dirección y guion: Chema de la Peña
Con la participación de Raúl Arévalo, Manuel Hidalgo, Ian Gibson, Gonzalo Suárez, Eusebio Lázaro, Emilio Gutiérrez Caba, Julieta Serrano
Fotografía: Sandra Formatger
Sonido: Sergio Muñoz
Montaje: Martina Seminara
Documentalista: Óscar de Julián
Producción ejecutiva: Sergio Muñoz
Producción ejecutiva RTVE: Andrés Luque, Ana Peláez
Documental
España / 2021 / 72 minutos