Próxima a las nueve décadas de existencia, la mítica Agnès Varda (Bruselas, 1928), –no hace falta recordar que es la musa que anticipó la Nouvelle Vague, la mujer que abrió la puerta del cine a los Godard, Truffaut o Jacques Demy, con el que acabó casándose–, protagoniza Caras y lugares, una película-viaje cuyo destino es el corazón del espectador.

La historia es simple: ella, cineasta consumada, y JR, joven fotógrafo especializado en imágenes de gran formato que utiliza fachadas de edificios como soporte para exponer su trabajo, se unen en un viaje extraordinario. A bordo de una furgoneta recorren los pueblos de Francia realizando e imprimiendo en formato gigantesco las caras con las que se van topando. En el camino charlan, discuten, evocan y ríen al tiempo que forjan, entre diferencias y humor, una amistad que en la pantalla queda reflejado como un recorrido humano e inolvidable.

«La idea –señala Varda– era charlar con todas esas personas con las que nos cruzamos. Gente hermosa a la que nos abríamos, de la misma forma que ellos lo hacían con nosotros. No se trataba de entrevistarles de forma periodística, sino de intercambiar experiencias. Yo les hablaba de mi vida, de mis hijos, de mis recuerdos, y se creaba un clima de confianza y de cariño que les permitía expresarse. Y, además, dábamos voz a gente que habitualmente no la tiene. Personas humildes, sin poder, a los que la película pone un foco de luz y revaloriza a través de la palabra, de la suya propia y de esas fotografías gigantes de JR que pegábamos en las fachadas».

Tras su paso por los Festivales de Cannes, Telluride, Toronto, San Sebastián, donde Agnès Varda recibió el Premio Donostia, Seminci y BCN Film Festival, Caras y lugares fue nominado a Mejor Documental en los Oscar, donde su directora recibió el Honorífico a toda una carrera. Esa mujer que en la presentación de su apuesta afirmó: «No pienso en el futuro porque mi futuro es la muerte. Pero no tengo prisa por llegar ahí».

Ahora no se pierdan este viaje-milagro por la amistad, la filosofía, el humor, el amor y la ternura. ¡Se les hará corto!