«Cronista de la historia de España», como lo define Caballero Bonald en la cinta, Castejón se caracteriza por un idealismo y una fecundidad creativa sin precedentes. Según Balder, autor del documental, su trabajo acaba convirtiéndose inevitablemente en una reflexión «sobre la literatura en el arte, y en las manos, precisamente, de uno de los artistas más importantes de la plástica española de posguerra».
Más amigo del misterio de la vida y las preguntas que de los paradigmas vitales y las respuestas, la destreza de Castejón es demostrada a través de los testimonios de ilustres personalidades como José Manuel Caballero Bonald, Manuel Vicent, J.J. Armas Marcelo, Tomás Ruiz, Román de la Calle, Arminda García, Tomás Llorens y Carlos Arenas, a los que se une el propio Castejón, permitiendo conocer y adentrarse desde las perspectivas capitales (poética, narrativa, histórica, mitológica y filosofía del arte) en la compleja obra de uno de los artistas más intelectuales del último medio siglo.