En vísperas de recibir, el próximo 11 de febrero, el Goya de Honor al conjunto de una obra cinematográfica universalmente reconocida, Carlos Saura (Huesca, 4 de enero de 1932) vuelve a dejar sobre la pantalla un interesantísimo ejemplo de genio y curiosidad a través de un personal retrato de los orígenes del arte, su influencia en el que hoy en día se realiza y el deseo del ser humano de perpetuar su huella creativa.
Con el objetivo de plasmar este personal recorrido, Saura ha viajado a lugares fundamentales en los que esa huella ha quedado impresa. Un total de 14 localizaciones dispares y esenciales, como las cuevas de Puente Viesgo y Altamira en Cantabria, el yacimiento de Atapuerca en Burgos o las calles de Barcelona y de los barrios de Lavapiés y Embajadores en Madrid, donde el grafiti forma parte de sus paredes.
Como declara el cineasta: «Las paredes hablan es una propuesta de la productora María del Puy Alvarado en base a una idea inicial de José Morillas que coincidía con mis preocupaciones sobre la evolución de las pinturas paleolíticas en las cuevas de Asturias y Cantabria y de Chauvet en Francia. Pensamos que ya había bastantes documentales sobre el arte paleolítico y que nosotros teníamos la oportunidad de buscar un camino diferente. Después de recorrer algunas de las cuevas más significativas descubrimos que había cierta relación entre ese impulso de pintar en las paredes y los grafitis actuales, y nos pusimos a trabajar en ello».
El documental ha contado con la participación de artistas y expertos como Pedro Saura, pintor de la neocueva de Altamira; Juan Luis Arsuaga, director científico del Museo de la Evolución Humana y codirector de Atapuerca; el creador Miquel Barceló; la comisaria Anna Dimitrova; Roberto Ontañón, director del Museo de Prehistoria y Arqueología y de las Cuevas Prehistóricas de Cantabria, y los artistas Suso33, Zeta, Cuco y Musa 71.
Además de director, guionista, fotógrafo y escritor, Saura ha dirigido más de cincuenta películas que le han erigido en uno de los cineastas españoles más reconocidos. En Cannes fue galardonado dos veces con el Premio Especial del Jurado, por La prima Angélica (1973) y Cría cuervos (1975), y dos premios técnicos por Carmen (1983) y Tango (1998). En Berlín logró el Oso de Oro en 1981 por Deprisa, deprisa y el de Plata a mejor director también en dos ocasiones con La caza (1966) y Peppermint frappé (1968). Además recibió el Premio del Jurado en San Sebastián en 1979 con Mamá cumple cien años, película por la que estuvo nominado al Óscar.
Tras títulos como Bodas de sangre; Flamenco, Flamenco; Sinfonía de Aragón; Sevillanas; La Jota de Saura o Goya 3 de mayo, con Las paredes hablan Saura deja sobre la pantalla otra muestra de su capacidad también como documentalista. Enhorabuena a quien no duda en confesar: «Trabajo en mi pasión y eso me convierte en un privilegiado. Soy fotógrafo, dibujo, escribo… me mantengo muy activo y cuando tengo entre manos un proyecto me dedico a él de forma casi obsesiva para lograr la máxima calidad».
Calidad alcanzada. Una vez más el resultado habla de la honestidad de un cineasta irrepetible, ese que ahora dialoga con las paredes.
Las paredes hablan
Dirección: Carlos Saura
Guion: José Morillas, C. Saura
Con la participación de Miquel Barceló, Pedro Saura, Juan Luis Arsuaga, Anna Dimitrova, Roberto Ontañón, Suso33, Zeta, Cuco y Musa 71
Fotografía: Juana Jiménez y Rita Noriega
Música: Alfonso G. Aguilar
España / 2022 / 75 minutos