La mochila repleta que cosechó Todo a la vez en todas partes no constituyó sorpresa alguna para esta película extraña, a ratos nada fácil de seguir ni entender, que partía con 11 nominaciones y ganó las de mejor película, mejor dirección para Daniel Kwan y Daniel Scheiner, mejor actriz para Michelle Yeoh –primera mujer asiática en ser reconocida con esta distinción- y las correspondientes a guion original, montaje e intérpretes de reparto para Jamie Lee Curtis y Ke Huy Quan.

Quien decide, decide, pero cuando menos llama la atención el vendaval de galardones que obtuvo este filme sobre el multiverso, así se definió una y otra vez en un año en el que sobre las pantallas se han podido ver propuestas tan sólidas como Los Fabelman, Elvis, Tar, Ellas hablan o Babylon. Pero, lo dicho, quien manda: manda.

Por su parte, la impactante Sin novedad en el frente, del alemán Edward Berger, que ganó los galardones a mejor película internacional, fotografía, música y diseño de producción, contiene una de las escenas más emocionalmente desgarradoras que el cine ha puesto ante nuestros ojos en mucho tiempo. En esa secuencia para el recuerdo el joven protagonista se derrumba y pide perdón al cadáver de un combatiente enemigo al que acaba de eliminar.

Competía esta producción en el apartado internacional con algunas de esas propuestas de menor presupuesto y gran cine, como la belga Close, la irlandesa The quiet girl o Argentina, 1985, protagonizada por Ricardo Darín y dirigida por Santiago Mitre, que también hubieran sido dignas vencedoras.  

Brendan Freser, por su papel en La ballena, ganó el de mejor actor protagonista y Guillermo del Toro, por su personalísimo Pinocho el de mejor película de animación. Tercera estatuilla para el director mexicano tras las dos obtenidas en 2017 con La forma del agua.

Son estos algunos de los ecos de una gala conducida por el humorista Jimmy Kimmel que no deparó sobresaltos ni momentos críticos como el protagonizado el pasado año por Will Smith al soltar su aireado sopapo. Además de un emocionado recuerdo de John Travolta a la desaparecida Olivia Newton-John, la ceremonia se adornó con la música en directo de Lady Gaga y Rihanna.  

A destacar que muchos de los presentes portaban un lazo azul en la solapa como muestra de apoyo a quienes se han visto forzados a abandonar sus hogares como consecuencia de la guerra en Ucrania.