En principio la historia no plantea problemas a la hora de resumirla: Anne (Juliette Binoche) recibe en su sobria y acomodada villa de Sicilia a Jeanne (Lou de Laâge), la novia de su hijo Giuseppe, a la que éste ha invitado a pasar unas vaciones. Pese a no conocerse con antelación y a cierto resquemor inicial van abriéndose una a la otra mientras aguardan la llegada de alguien, el joven novio, que no acaba de presentarse, lo que hace que Jeanne comience a sospechar que algo crucial se le está ocultando.
Así de simple de partida un guion cuyas primeras imágenes nos hacen comprender de inmediato que la cosa no es tan sencilla. Porque resbala la cámara por la figura de un cristo crucificado al pie del que una mujer, Anne, llora su tragedia. Estamos en un funeral ya que, sobre cualquier otra cuestión, La espera es la historia de un duelo. Y, tangencialmente, una reflexión sobre dos de los múltiples rostros del amor: el que siente una madre ante el vacío y aquel que se deriva de la pasión del enamoramiento.
Messina, ayudante de dirección de Paolo Sorrentino en La Gran Belleza, se apoya en las miradas contenidas de Binoche -que ya había interpretado a una madre que pierde a una hija en Tres colores: Azul, la película firmada por Krzysztof Kieślowski en 1993-, en sus gestos casi imperceptibles, los largos silencios que la actriz maneja de forma admirable para dejarnos ante una especie de nueva madonna que logra que sintamos como nuestra el desconsuelo de una protagonista que hace que, gracias a una versatilidad admirable y a través de un sutil cambio de registro en su rostro, asumamos como propios sus diferentes estados emocionales.
El director filma el rostro de la actriz en una sucesión de primeros planos. Ella nos mira a los ojos directamente, con lo que su desvalimiento nos arruga el alma. Después, suavemente, sonríe.
Sentimos un cierto júbilo en medio de un ambiente de desolación; serenidad frente a la tragedia. Es ahí, en el ámbito de lo emocionalmente íntimo en que cada una de las protagonistas vive a su modo, en donde La espera alcanza dimensión de cine de altura.
Dirección: Piero Messina
Guion: Giacomo Bendotti, Ilaria Macchia, Andrea Paolo Massara, Piero Messina (Inspirado en el relato de Gesualdo Bufalino La lucce e il lutto)
Intérpretes: Juliette Binoche, Lou de Laâge, Giorgio Colangeli, Doménico Diele
Fotografía: Francesco Di Giacomo
Italia, Francia/2015/100 minutos