Los hechos nos instalan en el verano de 2014, cuando Bernard Jordan (Michael Caine), un veterano de la Segunda Guerra Mundial de 89 años que había servido en la Marina Real, se escapa de la residencia de ancianos en la que vive junto a su mujer Rene (Glenda Jackson).
Al cumplirse el setenta aniversario del desembarco de Normandía se había organizado un viaje del que Jordan, por un error de quienes lo organizaban, quedó excluido. Ante esa situación decide hacerlo por su cuenta y en solitario para unirse a sus compañeros veteranos en una playa y juntos homenajear a los camaradas caídos.
En su momento, esta «gran escapada», una aventura que apenas duró 48 horas, fue noticia en todo el mundo. Una historia que cautivó a la población, ya que Bernie encarnaba el espíritu desafiante de una generación que estaba desapareciendo. Un relato inspirador sobre la necesidad de un hombre de superar el trauma de la guerra y, también, un canto al amor duradero de la pareja conformada por dos ancianos que llevan respetándose y comprendiéndose más de seis décadas.
Por fondo y forma, toda una lección como la que imparten con sus contenidas, brillantes, actuaciones Caine y Jakson. Él, nacido en Londres en 1933 en una familia muy humilde, su padre era vigilante en un mercado y su madre mujer de la limpieza, se enroló en la Armada a los 17 años y fue destinado a Alemania y Corea. A su regreso comenzó a actuar en pequeños teatros compaginando esta actividad con otros empleos, hasta dar el paso determinante en 1966 con Zulú.
Para entonces ya había cambiado su inicial nombre artístico Michael Scott obligado por el hecho de que al afiliarse el sindicato británico de actores ya había otra persona con ese nombre. Su agente le llamó y le dio treinta minutos para pensar otro. En aquel momento salía de ver en un cine londinense El motín del Caine. Así nació el nombre del versátil actor que ahora se retira. El protagonista de un centenar de filmes. El ganador de dos Óscar con Hannah y sus hermanas, en 1986, y en 1999, con su conmovedor papel en Las normas de la casa de la sidra. También posee el premio al mejor actor en San Sebastián por Sangre y vino.
Dos Óscar también atesoraba Glenda Jackson (Birkenhead, 1936 – Londres, 2023), los que recibió por Mujeres enamoradas en 1969 y por Un toque de distinción en 1973. Formada en la Real Academia de Arte Dramático londinense, tras su debut en el teatro en 1957 con Mesas separadas se incorporó a la Royal Shakespeare Company en donde protagonizó memorables actuaciones. Su primera intervención cinematográfica fue en 1963 con This sporting life.
En 1992 aparcó su actividad artística para dedicarse a la política, llegando a ser miembro, desde 2008, del Parlamento británico por el Partido Laborista. Posteriormente, hasta su fallecimiento el 15 de junio de 2023, siguió protagonizando soberbias actuaciones. La gran escapada es su entrañable canto final.
La gran escapada
Dirección: Olivier Parker
Guion: Billy Ivory
Intérpretes: Michael Caine, Glenda Kackson, John Standing, Victor Oshin y Danielle Vitalis
Fotografía: Christopher Ross
Música: Craig Armstrong
Reino Unido / 2023 / 96 minutos
Diamond Films España