Emma (Valeria Golino) perdió la vista siendo muy joven, pero aun recuerda los colores de las cosas. Ella es una prestigiosa osteópata que acaba de salir de un matrimonio fallido, pero ha luchado siempre por tener una vida realizada y plena. Vive en Roma y en su consulta ofrece a sus pacientes una nueva perspectiva sobre el cuerpo.
En una de sus sesiones de «diálogo en la oscuridad» conoce a Teo (Adriano Giannini), un carismático publicista que se ha pasado toda su vida saltando de cama en cama. Un hombre que vive en el frenesí de la vida cotidiana, trabajando con imágenes, muy consciente con las apariencias. Su vida amorosa es un desastre, nunca ha cuidado realmente de otra persona y, por supuesto, nunca ha interactuado con una persona ciega.
La relación entre ambos, pese a pertenecer a mundos tan distintos, comienza como un reto para terminar convirtiéndose en una necesidad. Con Emma, Teo se ve obligado a reducir la absurda velocidad de su existencia, y cuando descubre que se está enamorando se asusta. Huye, intenta volver a la persona que era antes… pero no puede.
Al presentar el filme, Salvini, con fama de encarar cada proyecto tras un minucioso proceso de análisis, deja en el aire toda una declaración de principios: «La idea de esta película comenzó a tomar forma lentamente tras mi experiencia con Per altri occhi, el documental sobre personas ciegas que dirigí hace unos años. Descubrí un mundo que, por decirlo suavemente, cambió mi percepción sobre esta discapacidad. La mayoría de la gente, cuando piensa en la ceguera, acude a los estereotipos de forma inmediata, manteniendo siempre una distancia que provoca lástima. Sin embargo, esta película me permitió encontrarme con gente extraordinaria, invidentes curiosos y valientes cuyo único temor era que mi mirada pudiera ser condescendiente. Las personas ciegas que he conocido abrazan la ironía y la autoironía; ellos no llevan vidas dramáticas, como estamos acostumbrados a pensar, son bastante despreocupadas. Si nacieron de esa manera o perdieron la vista en algún momento de su vida, ninguno de ellos desperdicia su presente sintiendo pena; todos ellos trabajan, practican todo tipo de deportes, tienen relaciones y familias, viajan, leen… Personas completas que viven y disfrutan».
La película encara el reto sin derivar en ningún momento hacia lo sensibloide. Una historia muy bien filmada que a su modo nos hace ver que la persona que no ve es la que realmente ve. Paradójicamente, el ciego es él y ella es la que le hace ver las cosas verdaderamente importantes. Así de simple; así de complejo mientras responde a la pregunta de qué sucede cuando dos mundos en principio muy alejados se encuentran.
Acuarela
Dirección: Silvio Soldini
Guion: Doriana Leondeff, Davide Lantieri, Silvio Soldini
Intérpretes: Valeria Golino, Adriano Giannini, Arianna Scommegna, Anna Ferzetti, Laura Adriani, Andrea Pennachi
Fotografía: Matteo Coco
Música: Gian Luigi Carlone
Italia, Suiza / 2017 / 115 minutos
Surtsey Films