El año de Isabel Coixet

“De todas mis películas es el personaje con el que más me he identificado”, manifestó la directora. No es la primera vez que la cineasta recibe los Goya a mejor película y dirección, alegría que ya experimentó con La vida secreta de las palabras. Además, en 2004 consiguió el premio al Mejor Guión Adaptado por Mi vida sin mí.

Esta historia de una mujer que lucha por lograr el sueño de abrir una librería en su pueblo convirtió sus 12 opciones a premio en tres. El mismo número de reconocimientos consiguió Verano 1993 –dirección novel, actriz revelación y actor de reparto– en una convocatoria en la que Handia levantó 10 premios y El autor dos. El palmarés se completó con No se decir adiós, Verónica –mejor sonido– y La llamada –mejor canción original–, con un trofeo cada una.

El equipo de Handia consiguió 10 galardones. Aitor Arregi y Jon Garaño son los directores de esta película en euskera que tiene como base la leyenda del gigante de Altxo. Guión original firmado por los directores y Andoni de Carlos y José María Goenaga; mejor actor revelación para Eneko Sagardoy por ser ‘el hombre más grande sobre la Tierra’; diseño de vestuario de Saioa Lara; montaje de Laurent Dufreche y Raúl López; dirección de producción de Ander Sistiaga; dirección artística de Mikel Serrano; dirección de fotografía de Javier Agirre; maquillaje y la peluquería de Ainhoa Eskisabel, Olga Cruz y Gorka Aguirre; los efectos especiales de Jon Serrano y David Heras; y la música de Pascal Gaigne fueron los reconocimientos de los académicos.

De sus ocho candidaturas, Verano 1993 consiguió tres premios: el de mejor ópera prima para Carla Simón, y el de actriz revelación y actor de reparto para Bruna Cusí y David Verdaguer por encarnar a los tíos y padres adoptivos de la niña protagonista de este drama naturalista en catalán.

Javier Gutiérrez conquistó su segundo Goya como mejor actor protagonista por El autor, cinta de Manuel Martín Cuenca que también celebró el premio a la mejor actriz de reparto para Adelfa Calvo. En su versión femenina, la mejor actriz de 2017 fue para Nathalie Poza por No sé decir adiós.

La taquillera Tadeo Jones 2. El secreto del Rey Midas, de Enrique Gato; la cinta documental Muchos hijos, un mono y un castillo; la película sueca The Square, que ganó la Palma de Oro en Cannes y seis premios de la Academia Europea; y la chilena Una mujer fantástica, que opta al Oscar a la mejor película en lengua no inglesa, también escribieron su nombre en el palmarés de esta convocatoria.

Talento femenino

En la segunda gala de la terna presidencial formada por Yvonne Blake, Mariano Barroso y Nora Navas, los vicepresidentes recordaron a la presidenta, convaleciente, y reivindicaron el cine como “lenguaje de encuentro”.

Barroso y Navas resaltaron que este año, los filmes nominados a Mejor Película –El autor, Handia, La librería, Verano 1993 y Verónica– cuentan historias de personas que no pueden hablar: “para eso sirve nuestro cine, para que hablen quienes no tienen voz” y representan la diversidad de nuestro cine, que habla español, catalán, euskera inglés y gallego. También hicieron hincapié en la vertiente industrial de nuestro séptimo arte, que ha pasado por cuarto año consecutivo la barrera de los 100 millones de euros de recaudación y sigue luchando con el IVA del 21%.

En estos tiempos en que tanto se debate sobre el acoso, la desigualdad salarial y el papel de la mujer en la sociedad, Nora Navas se sumó a las reivindicaciones de las cineastas. “Queremos demostrar a todos los que quieran dedicarse al cine, que la Academia defiende la igualdad profesional de oportunidades. No basta con ponerse delante de una cámara, necesitamos directoras, montadoras, guionistas, sonidistas, directoras de fotografía, scripts, compositoras…en igualdad de número que los hombres. Solo así haremos que nuestra industria deje de perder el talento que aportan las mujeres para llegar más lejos”.