Bill y Melinda Gates, que han financiado este proyecto humanitario junto a organizaciones internacionales como Unicef, Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud, Save the Children y otras siete instituciones, han contado con artistas de la talla de la fotógrafa Annie Leibovitz, la escritora Chimamanda Ngozi Adichie y el cineasta Luc Jacquet, entre muchos otros.
El resultado es un conjunto multidisciplinar que juega con las posibilidades que el tema de las enfermedades infecciosas permite a la vez que manda un mensaje de concienciación.
El artista brasileño Vik Muniz crea un trampantojo con un mural compuesto por flores ornamentales de un color rojizo. Mirando más detenidamente, apreciamos que se trata de células infectadas con el virus de la viruela. «Tras la infección, el virus da a las células un color rojizo que permite a los científicos visualizarla», dice Muniz, explicando el origen de su proyecto, creado en un laboratorio a través de técnicas de microfabricación y utilizando microscopios de alta resolución.
Algo de glamour
Han Feng, diseñadora china, centra su mirada en los trabajadores sanitarios. Estos, que deben llevar ropas prácticas para ejercer sin problemas su trabajo, también merecen algo de glamour, según Feng, para reflejar el rol de héroes que tienen a ojos de muchos ciudadanos. Para ello, Feng utilizó viejos uniformes militares del ejército chino, mezclando lo utilitario (con bolsillos para el equipamiento) con dibujos de apariencia infantil para agradecer a los trabajadores sanitarios la esperanza que brindan a tantas familias.
La fotógrafa australiana Alexia Sinclair hace un homenaje al doctor Edward Jenner, quien en 1796 dio a luz la primera vacuna de la historia al inocular a James Phipps, un niño de ocho años, una vacuna contra la viruela extraída del pus de una erupción en la mano de una granjera contagiada de vaccinia al ordeñar a sus vacas. Sinclair compone un retablo en el que, además de la representación del doctor Jenner y el joven Phips, coloca a una aristócrata para representar que la viruela no discrimina a ricos ni pobres.
La intención del proyecto puesto en marcha por la Fundación Gates es que el trabajo de estos artistas sea promocionado a través de una campaña viral y compartido en las redes sociales con el hashtag #VaccinesWork [1] (Las vacunas funcionan), esperando inspirar en el público el deseo de hacer donaciones e iniciar un diálogo sobre el tema de las enfermedades infecciosas.
Christine McNab, consultora de la Fundación Gates y cabeza pensante detrás de la idea, concluyó durante una lluvia de ideas para concienciar sobre la importancia de las vacunas, según declaró en una entrevista a The New York Times [2], que lo que le hace llorar y pensar «son las películas, los libros, las galerías».
Creada la idea, McNab y su equipo invitaron a los artistas y pusieron sobre la mesa algunas enfermedades que podían considerar para crear sus obras. Más allá de dicha sugerencia, los responsables no tenían control sobre las obras que los artistas iban a crear. A algunos se les pagaron los gastos necesarios para generar su obra, otros cobraron sus derechos de copyright y otros donaron su trabajo.
El proyecto será expuesto el próximo 27 de enero en el encuentro que Gavi, la alianza mundial para las vacunas, organiza en Berlín. Algunas obras serán exhibidas en la conferencia, esperando que se alcancen en torno a unos 7.500 millones de dólares provenientes de mecenas para la próxima fase de desarrollo de Gavi.