Barcelona es la ciudad europea en la que vive el escritor argentino, mundialmente consagrado tras haber obtenido el Nobel. Sus obras están marcadas por el ácido retrato de Salas, la localidad –»en el culo del mundo», según sus propias palabras– en la que nació y a la que no ha regresado desde que se embarcó camino de Europa en la aventura de convertirse en escritor.
Poco amigo de festejos y homenajes, sistemáticamente rechaza la mayor parte de las invitaciones, hasta el día en que recibe una carta del alcalde de su pueblo natal en la que lo insta a recibir el máximo reconocimiento del lugar: la distinción de «Ciudadano Ilustre» de Salas. En un ataque de nostalgia decide cancelar los múltiples compromisos de su agenda y aceptar el ofrecimiento. Allí se plantará el ilustre sin saber que los dichos son sabios y casi siempre se cumple aquello de que «nadie es profeta en su tierra».
Crueldad
Revestida de comedia y con momentos de un humor pleno, lleno de aciertos, El ciudadano ilustre escarba en el drama de modo que lo torvo va imponiéndose al resto de tonos para dejarnos ante una especie de radiografía de hasta dónde la crueldad y la venganza son móviles que anidan en el ser humano.
Y por otro lado, el trabajado ejercicio en la dirección de Cohn y Duprat nos deja ante una reflexión sobre el ego, disfrazado o no, que cargan en su mochila buena parte de las celebridades. El que encarna el personaje representado de una forma más que convincente por Óscar Martínez –del que los directores han dicho que «es el mejor actor argentino de hoy y acaso nunca como en esta ocasión ha podido mostrar tan cabalmente su talento interpretativo»– claudica cuando se ve superado por un entorno miserable que se ha marcado como meta el humillar a un invitado que tiene que vérselas, a la desesperada, con los oscuros fantasmas del pasado.
Además, El ciudadano ilustre crece en torno a un guion de Andrés Duprat muy medido que incorpora para bien una estrafalaria serie de personajes secundarios, como el chófer que acompaña al protagonista, el cutre mafioso de la localidad, la atrevida joven con ínfulas intelectuales dispuesta a lo que sea en persecución de sus fines, el marido de la que fue novia del escritor en su juventud… Todos aportan y dentro de la sordidez que marca lo que se cuenta, envuelven con ternura y humor una película que cuenta entre sus aciertos su capacidad para ser vista desde múltiples lecturas.
[1]El ciudadano ilustre [2]Dirección: Mariano Cohn, Gastón Duprat
Guion: Andrés Duprat
Intérpretes: Óscar Martínez, Nora Navas, Dady Brieva, Andrea Frigeiro, Belén Chavanne
Fotografía: Mariano Cohn
Música: Toni M. Mir
Argentina, España / 2016 / 118 minutos