Santesmases sostiene entre sus manos el esquema clásico de la comedia romántica y lo rompe en pedazos para desmontarlo y crear algo distinto, más realista y al mismo tiempo más consciente de su condición de producto de ficción. Son dos caminos los que toma Madrid, above the moon, ambos muy interesantes y bien llevados.
Por un lado, la cinta quiere arrojar un puñado de verdad sobre las clásicas películas de «chico conoce chica», esas donde todos son tremendamente guapos y siempre tienen la frase perfecta en la boca, pronunciada con la cadencia del galán o la mujer alocada pero encantadora de turno. Aquí nadie es perfecto, y ya venía siendo hora de reivindicarlo.
Por otro lado, Santesmases reflexiona sobre la narrativa cinematográfica recurriendo a algunos guiños metalingüísticos muy divertidos que, al primer golpe, cogen desprevenido por su surrealismo al espectador. Con esto, el director quiere aprovechar para criticar el excesivo dramatismo que se da en la otra facción del cine romántico, esa de personajes lánguidos mirando al infinito mientras encierran el fin último de la existencia en frases crípticas entre calada y calada.
Pero no se asusten, la película no es pedante. La libertad a la hora de construir el guion ha hecho que Madrid, above the moon esté cargada de diálogos naturales, nada de líneas recitadas. Si a eso le suman un elenco en estado de gracia y la cámara prácticamente invisible de Santesmases tendrán la impresión de ser voyeurs y, por momentos, compinches del protagonista.
El momento mágico
Otro de los temas que toca la película está relacionado con ese concepto tan terrorífico que es la seducción científica, eso de plantear el ligue como un acto calculado a través de estrategias bastante reprobables. Ernesto, nuestro protagonista, echa mano de un encanto teatralizado, construyendo un personaje triunfador a la par que sensible y profundo, para conquistar a mujeres con las que espera poder escapar de sí mismo, porque su realidad está lejos de la ficción que crea. No es más que un perdedor perdido que busca un poco de reconocimiento.
Santesmases crea con su película una postal turística de un Madrid que luce precioso con la luz veraniega. Un recurso voluntario del que se vale para, además, descubrirnos anécdotas históricas de rincones por los que hemos paseado continuamente sin pararnos a mirar. Esa mentalidad de no saber ver lo que se tiene cerca y preferir el exotismo de lo lejano, como nuestro protagonista, que busca la emoción inherente al turista, la belleza de lo efímero, el momento mágico que jamás volverá a repetirse.
Víctor Vidal encarna con carisma y soltura a un personaje que, según nos deja ver, tiene más complejidad que el típico seductor cinematográfico de pacotilla. Se intuye tristeza bajo esa sonrisa de galán. A lo largo de la película, Vidal se encuentra con una serie de mujeres a través de las cuales quiere legitimar sus actos, encuentros como episodios que construyen un conjunto sólido, al modo del cine de Hong Sang-soo, como si este le abriera los ojos al Richard Linklater de Antes del amanecer. Todas ellas (Rocío León, Helena Sanchís, Melissa Riggall y Graziela Doniz), apoyadas en la naturalidad, traspasan las secuencias que protagonizan y dejan en el espectador un eco en off, como si siguiéramos construyendo su historia paralela al margen de lo que vemos en pantalla.
Madrid, above the moon es una película de ambiciones modestas que de algún modo logra calar en el espectador y hacerlo abandonar la sala con una cierta melancolía y algunas preguntas por contestar.
- Los cines que proyectan Madrid, above the moon son Artistic Metropol (Madrid), Cines La Dehesa Cuadernillos (Alcalá de Henares), Cines La Dehesa Las Viñas (Ciudad Real), Cines La Dehesa Islantilla (Huelva), Cines Nervión (Sevilla), Cine Cinemax Petrer (Alicante), Cine Teatro Goya (Marbella), y Cines Malda (Barcelona, a partir del 15 de abril) y Séptimo Oficio (Las Rozas, a partir del 15 de abril). Además, puede verse online en Filmin [1] y Vimeo [2].
Dirección y guion: Miguel Santesmases
Intérpretes: Víctor Vidal, Rocío León, Helena Sanchís, Bernabé Fernández, Melissa Riggall, Graziela Doniz
Fotografía: Alberto Pareja
Montaje: Rodrigo Carrasco, Miguel Santesmases
España / 2016 / 92 minutos