Oliver (Julio Perillán), un joven director de cine afincado en Los Ángeles, descubre una noche en una web erótica que la protagonista de uno de los explícitos vídeos es Aurora (Ivana Baquero), su hermana pequeña.
Tras varios años sin visitar a su familia, sorprendido y confuso ante el hallazgo, decide viajar a Madrid. Comienza así una búsqueda obsesiva de respuestas, un viaje íntimo hacia la turbación y la verdad de la imagen, una historia de dominación y manipulación sobre los límites de la moral y la pérdida de la inocencia. Todo ello mientras los hermanos se van enfangando en una relación tabú.
Por tema y tratamiento no era fácil el reto de construir una película sólida. Y acaso Demonios tus ojos no lo sea. Apuntado ese pero conviene hacer justicia con una propuesta con escenas y tramos llenos de aciertos. Y personajes muy bien perfilados, algo nada sencillo pues prácticamente todos se mueven en un espacio de límites éticos difusos.
Oliver, por ejemplo, el protagonista, es un tipo que, sin expresa maldad, está decidido a vivir sus propias normas y leyes a costa de lo que sea. En ese asomarse a los límites sin pensar sus consecuencias instala una cámara en la habitación de su hermanastra para observar su intimidad. Por su parte ella, Aurora, no puede dejar de sentirse arrastrada al lado más oscuro de los sentimientos a riesgo de salir con imperecederas cicatrices.
Pedro Aguilera vuelve a dibujar una historia perturbadora a la que merece seguir rastro. Hace que la cámara, como le sucede a su protagonista, horade espacios prohibidos y nos convierta también como espectadores en algo parecido a voyeurs.
Dirección: Pedro Aguilera
Guion: Pedro Aguilera, Juan Carlos Sampedro
Intérpretes: Julio Perillán, Ivana Baquero, Lucía Guerrero, Nicolas Coronado, Juan Pablo Shuk, Andreas Muñoz, Natalia Álvarez, Elisabet Gelabert
Fotografía: Miquel Prohens
Música: Richard Córdoba
España, Colombia / 2017 / 94 minutos