El maestro que prometió el mar

Benaiges fue un maestro nacido en Mont-roig del Camp (Tarragona) que antes de la Guerra Civil fue destinado a la escuela de Bañuelos de Bureba, un pequeño pueblo de Burgos. La película se centra en su estancia en el lugar al que fue destinado, y en el que dejó una profunda huella, y en la historia de Ariadna, una mujer joven que busca los restos de su bisabuelo desaparecido en la guerra.

La trama de Ariadna pone en valor la lucha de tantas familias que todavía buscan a sus familiares asesinados y enterrados anónimamente en fosas comunes, en tanto la de Antoni Benaiges rinde homenaje a los maestros republicanos a los que la rebelión fulminó.

Basada en el libro Desenterrando el silencio: Antoni Benaiges, el maestro que prometió el mar (Editorial Blume), de Francesc Escribano, adaptado a la pantalla por Albert Val, la película presenta a Ariadna (Laia Costa) cuando descubre que su abuelo busca desde hace tiempo los restos de su padre. Decidida a ayudarlo, viaja a Burgos, donde están exhumando una fosa en la que podría estar enterrado.

Durante su estancia conocerá la historia de Benaiges (Enric Auquer), que antes de la guerra había sido maestro de su abuelo. Mediante un abierto e innovador método pedagógico, Antoni inspiró a sus alumnos, les ayudó a ser mejores personas y les hizo una promesa: llevarlos a ver el mar.

Magnífico reparto

Tras su estreno mundial en la Semana Internacional de Cine de Valladolid, El maestro que prometió el mar acaba de recibir el premio a la mejor película española en el Festival Cine Por Mujeres Madrid 2023 por, según el jurado, «reunir muchos elementos significativos: inspiración, fuerza, enseñanzas y un reparto magnífico. La película es una reflexión de lo importante que es no olvidar y seguir dando voz a aquellos que no pudieron tenerla. Una mirada a la memoria histórica donde se realiza un homenaje que devuelve la dignidad a una figura como Benaiges, quién reivindicó cómo abrir la mente a través de la pedagogía y significó el valor del arte y la creación artística como método para la educación. Un guion que va de lo particular a lo universal, que explora la sensibilidad desde un cuidado de la imagen que atrapa al espectador».

Así es. Patricia Font (ganadora en su día del Goya al mejor cortometraje por Café para llevar) y su equipo ahondan en ese universo enriquecedor con la decisiva colaboración de unos intérpretes sobresalientes, entre los que Enric Auquer (ganador del Goya por Quien a hierro mata) se erige en alma del relato a través de una actuación soberbia, digna del extraordinario personaje al que da vida: «Me enamoró el rigor con el que ejercía la docencia, su idealismo por crear una sociedad más formada y libre».  

Le acompañan dando credibilidad a lo que se cuenta Laia Costa (ganadora del Goya por Cinco Lobitos), Luisa Gavasa (también triunfadora del Goya a la mejor actriz de reparto por La Novia), Ramón Agirre, Milo Taboada y los pequeños debutantes Gael Aparicio, Alba Hermoso y Nicolás Calvo.

Como puntualiza el mensaje que acompaña los créditos finales del filme, todavía siguen sin exhumar los restos de más de 120.000 personas que la Guerra se llevó por delante. Una de ellas se llamaba Antoni Benaiges. Su historia, la película que lo rescata, nos llena de emoción.